Si no te tapaste con una cobija del tigre… ¿eres realmente mexicano?
Todos crecimos tapándonos con las famosas cobijas de tigre. En casa de los abuelos, en las visitas a los primos en provincia o en vísperas de Navidad, bastaba sentir el primer frío para escuchar la frase: “¡Saca la cobija del tigre!” Y así con la televisión a todo volumen, aparecía este manto pesado y cálido con figuras de animales salvajes: tigres, leones, águilas o lobos, que ya forman parte del imaginario mexicano colectivo.
Pero ¿alguna vez te has preguntado de dónde viene esa icónica cobija que se convirtió en símbolo de abrigo, nostalgia y mexicanidad?

El origen: una historia de ingenio textil mexicano
Las célebres cobijas San Marcos nacieron en Aguascalientes en la década de los 70’s, gracias a la visión de Jesús Rivera Franco, un empresario originario de Teocaltiche, Jalisco, que creció en la tierra hidrocálida. Aunque su familia se dedicaba a la fabricación de sombreros y al bordado artesanal, Rivera Franco soñaba con crear una cobija diferente: ligera, resistente y cálida.
Durante un viaje a Europa, descubrió el jacquard sintético, un material innovador que permitía estampar imágenes con gran detalle y, al mismo tiempo, mantenía el calor sin ser demasiado pesado. A su regreso, fundó el Grupo Textil San Marcos, y con ello dio vida a un producto que cambiaría para siempre las noches frías de millones de mexicanos.

De Aguascalientes para el mundo
Las cobijas San Marcos comenzaron a producirse masivamente en los años setenta, y rápidamente se distribuyeron por todo México, Estados Unidos y Centroamérica. Su fama creció no solo por la calidad, sino por sus estampados: animales majestuosos, vírgenes, paisajes o escenas que parecían salidas de un mural. Tener una “San Marcos” en casa se convirtió en sinónimo de calidez y orgullo.
Como dijo el periodista Ricardo Otero, “es un elemento que vas a encontrar en la mayoría de las casas mexicanas, está en el imaginario de la gente y une a todos los estratos. Esta cobija es un factor de unidad para la población mexicana.”
El fin de una era… y el nacimiento de un ícono cultural
En 1992, el Grupo Textil San Marcos fue vendido al consorcio Cydsa, con sede en Nuevo León. Aunque la producción continuó un tiempo más, la llegada de materiales importados, los cambios en la industria textil y la competencia asiática afectaron las ventas. Finalmente, en 2004, la fábrica cerró sus puertas.
Sin embargo, las cobijas San Marcos trascendieron su tiempo. Se convirtieron en objetos de culto, heredados de padres a hijos, símbolo de hogar, cariño y memoria. Hoy en día, aún pueden encontrarse en tianguis o en línea, ya sea como originales o réplicas, pero su espíritu sigue vivo.
De tigres a superhéroes: la evolución del abrigo mexicano
Aunque la producción original desapareció, el legado de las cobijas San Marcos inspiró a toda una generación de fabricantes. Actualmente, pueden encontrarse versiones con personajes de caricaturas, equipos de futbol, artistas o influencers, pero el propósito sigue siendo el mismo: proteger del frío con el toque cálido de la nostalgia mexicana.

Cada invierno, cuando el aire se vuelve más helado y alguien dice “saca la del tigre”, no solo se desdobla una cobija: se despierta una historia tejida con cariño, ingenio y memoria colectiva.
Porque, más allá del abrigo, la cobija del tigre es un pedazo del alma mexicana.


