El caldo de piedra se prepara tradicionalmente a la orilla del río, donde los hombres de la comunidad chinanteca reúnen pescados, mariscos, jitomate, cebolla, chile y hierbas, y los colocan en una jícara natural.
Luego, introducen piedras de río al rojo vivo que cuecen el caldo en segundos.
Es una técnica ancestral y colectiva, que solo los hombres realizan como símbolo de respeto y fraternidad.
Este platillo representa la comunión entre naturaleza, comunidad y fuego.
Para los chinantecos, es un acto de unión, hospitalidad y agradecimiento, especialmente en celebraciones importantes.