Descubre el lado más humano de Waldo Fernández, senador por el Partido Verde, en entrevista exclusiva para “Titanes”, de México Travel Channel. Habla sobre su familia, las adversidades que enfrentaron con la enfermedad…
Él no es de dar consejos. No cree que le corresponda hacerlo; sin embargo, enfatiza que sí hay algo que constantemente le dice a sus 3 hijos (Mariana, Sofía y Waldo), y eso es que disfruten la vida y sean felices.
“Vivan sus sueños. La vida se va rápido. Es efímera. Preocupémonos por ser felices”, externa Waldo Fernández, originario de Monterrey y senador de la República Mexicana por el Partido Verde Ecologista de México.
Waldo es sencillo, y esa manera de pensar, más allá de títulos universitarios y ejercer laboralmente con ética y profesionalismo, viene de experiencias propias. Uno de sus hijos tuvo cáncer, y como se han de imaginar, lo que era un sueño de pronto se volvió en una experiencia que nadie quisiera vivir.
“Las enfermedades son como ladrones. No tocan. Solo llegan… Están en tu casa y te están apuntando con una pistola…”, dice en entrevista para el programa “TITANES”, de México Travel Channel, emisión multiplataforma que busca conocer ese lado humano de mexicanas y mexicanos que han puesto en lo alto el nombre de nuestro país.
Siendo así, y con la fortuna de que su hijo pudo contarla -como coloquialmente se dice-, Waldo no cree en el destino. Simplemente no existe, apunta.
“Mi hijo sobrevivió de cáncer… Tuvo 9 quimios. Yo como padre, en algún momento donde lo vi muy mal, hablaba mucho de esto con su mamá (Aidé Garza Salinas). Nos dijimos ella y yo:
‘Si él, por alguna circunstancia no sale adelante, le permitiremos vivir su sueño’ (de ser influencer gamer)… Los sueños se cumplen”, comenta Waldo, de 54 años de edad.
Y como si la vida lo retara a él y a su linda familia, mencionó que lamentablemente su hija Mariana nació con espina bífida, una malformación congénita del tubo neural (la estructura embrionaria que da origen al cerebro, la médula espinal y las meninges).
“Ese tipo de situaciones son las que me hacen que me involucre en las causas sociales. Me doy cuenta de las carencias que tenemos las personas… No sabes cómo una silla de ruedas le cambia la vida a la gente.
“Eso hizo que me involucrara con una asociación de espalda bífida. Como diputado siempre busqué una manera de retribuir”, manifiesta el también coleccionista de figuras de madera, pero no cualquiera, sino de los Presidentes de la República Mexicana -ya tiene la de Claudia Sheinbaum, dice-.
No obstante. Lejos; muy lejos de sentir que la vida está en su contra, a lo largo de su carrera en la política ha dado cuenta de su vocación por servir, y claro de su buen humor.
Previo a la entrevista rió cuando la conductora de “TITANES”, Margarita Jasso”, le preguntó si de niño tuvo algún apodo. Él carcajeó y respondió:
“¿Que qué apodo tenía de niño? Me lo dieron con el nombre que me pusieron. ¡Ya para qué quiero un apodo!… Me traían de bajada con le nombre”.
Si todavía no ubicas quién es Waldo Fernández, quizá lo hagas si te decimos que debido a su vocación por servir y apoyar, decidió donar meses de su salario como legislador.
“No vivo de lo que gano como funcionario… Daba un mes sí y un mes no (en donación)… Después me arrepentí porque vi que ese dinero se gastaba solo en sueldos… (Mejor) ahora doy sillas de ruedas, medicamentos, etc”, dice quien también es licenciado en Ciencias Sociales y que cuenta con especializaciones en Defensa, Seguridad y Seguridad Nacional.
Estamos seguros que te encontrará conocer ese lado humano de este senador que no solo ha defendido a nuestro país como integrante del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), sino que también ha impulsado reformas para fortalecer la transferencia, la seguridad y el desarrollo social.
De hecho, Waldo es quien ha insistido en que todos los legisladores transparenten sus gastos ante la sociedad pues ésta tiene derecho en conocer a dónde se va el dinero.