El famoso Acueducto del Padre Tembleque cumple una década como Patrimonio Mundial de la UNESCO. Descubre su historia y por qué este ícono de ingeniería colonial debería estar en tu próxima ruta cultural.
Desde su inscripción en la UNESCO el 5 de julio de 2015, el Acueducto del Padre Tembleque ubicado entre los municipios de Axapusco, Nopaltepec y Otumba en el Estado de México ha simbolizado la unión de ingeniería, cultura y trabajo comunitario en el corazón de México.
Celebramos sus 10 años como Patrimonio Mundial, recordando su relevancia histórica y por qué sigue fascinando a quienes lo visitan.
Construido bajo la iniciativa del fraile Francisco de Tembleque y construido entre 1554 y 1571, el acueducto se extiende por más de 48 kilómetros y destaca por su impresionante arquería de piedra con un total de 137 arcos y seis puentes monumentales.
Orígenes y construcción
La obra arquitectónica surgió para llevar agua a las comunidades de Otumba y Zempoala, surgiendo de la colaboración entre comunidades indígenas y el fraile europeo
Elementos hidráulicos sobresalientes
Además de los arcos, algunos de casi 39 metros de altura, el sistema incluye canales, cisternas y distribuciones complejas que muestran una fusión entre técnicas romanas y mesoamericanas
Su inscripción en la lista UNESCO destaca su Valor Universal Excepcional y su importancia como símbolo de colaboración cultural.
Fue inscrito el 5 de julio de 2015 por la 39ª sesión del Comité del Patrimonio Mundial, siendo México uno de los países de América Latina con mayor número de sitios reconocidos.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), colaboraron para nominarlo, respaldados por intervenciones de restauración que recuperaron técnicas tradicionales y materiales originales.
La semana pasada se celebraron actividades especiales por su décimo aniversario como Patrimonio Mundial.
Durante esta semana el programa incluyó exposiciones de arte, gastronomía local, eventos musicales, cabalgatas, rodadas ciclistas y recorridos patrimoniales
Autoridades locales destacaron que el acueducto “está más vivo que nunca” y que los festejos impulsan tanto la identidad regional como la derrama económica
Celebrar estos 10 años como Patrimonio Mundial es una oportunidad para reconectar con la historia, la ingeniería y la colaboración que construyen la identidad de México. ¿Ya lo visitaste? Si aún no lo conoces es un buen momento para hacerlo.
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