Huasca de Ocampo es un Pueblo Mágico localizado en el estado de Hidalgo, que destaca por su belleza natural, imponentes paisajes, lugares históricos, calles empedradas, sitios románticos, haciendas coloniales y mágicos rincones… y por Peña del Aire.
Es un destino perfecto para una inolvidable caminata entre imponentes formaciones rocosas y árboles, donde sobresale un impresionante monumento de piedra labrado por el viento.
Este lugar es perfecto para contemplar la majestuosidad de la naturaleza y todo su poder. Conocida también como el Regalo del viento, Peña del Aire es una masa amorfa de roca sólida que parece estar suspendida en la capa más baja de la atmósfera.
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Peña del Aire, amor por el abismo
Los lugareños afirman que cuando esta lugar se formó, una enorme piedra no quiso dejar su espacio y se aferró a la tierra, desafiando la gravedad y desde entonces permanece así, suspendida, en medio de la nada, enamorada del abismo que se encuentra a sus pies.
Peña del Aire es un sitio desde donde se puede contemplar el Cañón de San Sebastián. Aquí también se halla el límite entre la Sierra Madre Oriental, formada por rocas llamadas lutitas y calizas, y el Eje Volcánico Transmexicano, representado por rocas basálticas de tonalidades oscuras.
La flora y la fauna que predominan en Peña del Aire son las cactáceas, así como zopilotes, zorros y una gran variedad de lagartijas que se asoman entre los surcos rocosos y arbustos.
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Para los amantes de la aventura y la adrenalina, existe una tirolesa que surca el cielo de los cañones hidalguenses, desde la cual el viento acaricia el rostro y se puede apreciar toda la belleza de la región.
En Peña del Aire también se puede practicar rappel, senderismo, pasear en cuatrimoto o caballo y campismo, para una experiencia única. Uno de sus principales atractivos se disfruta al caer la noche, cuando puede contemplarse de forma genuina el cielo estrellado de Huasca de Ocampo.
Tras un día lleno de adrenalina y belleza natural, nada mejor que degustar los manjares que los pobladores venden en la región, las cuales se convierten en la mejor recompensa tras haber conquistado la cima.