Xochitlán: para explorar la Sierra Mágica de Puebla

Un pueblo que muestra su rostro tapizado de escenarios naturales que invitan a ser conquistados

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Xochitlán en Puebla
aleks jaime/Flickr

En la Sierra Mágica de Puebla encontramos un nostálgico pueblito llamado Xochitlán, que presume ser cuna de Vicente Suárez, quien de acuerdo con la historia de México, fue uno de los Niños Héroes que defendieron a nuestra patria. Por eso, su estatua forma parte del atractivo visual de una de sus principales plazas. 

Pero esta tierra también se enorgullece de sus bordados de chaquira, de sus bellezas naturales que nos guían hacia misteriosas y gigantescas cuevas, algunas ya exploradas por expertos espeleólogos y otras en espera de ser descubiertas. Así que la primera en la lista es Santa Elena, perteneciente a la comunidad de Tatempa.

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Para arribar hasta su encuentro hay que adentrarse en las ruinas de una antigua hacienda porfiriana productora de café. La entrada a su cavidad, de 30 metros de frente, conduce a una profunda caverna atravesada por un riachuelo que se pierde en la oscuridad de sus entrañas. 

Al aventurarse por el mismo camino de la exhacienda, unos 15 minutos más adelante se llega a un paraje exquisito que alberga a la famosa Poza Verde, propia para practicar natación o sólo refrescarse durante la época veraniega.

Pero si se continúa a lo largo de 30 minutos entre los senderos tupidos de bosques, se llega al encuentro con el río Zempoala, que conduce a una pequeña cascada que alimenta una poza de aguas cristalinas, donde también se puede nadar

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El significado de Xochitlán

Cuenta la leyenda que dos grupos originarios: náhuatl y totonaco, llegaron a este lugar para fundar una nueva población, Los Abuelos, considerados los hombres más sabios, no se ponían de acuerdo en el nombre de su nuevo hogar, así que encomendaron la tarea a dos pequeñitas que jugaban a su alrededor. 

«Xóchitl«, dijo la niña náhuatl al verse rodeada de flores, mientras que la nena totonaca pronunció «tlan» y así nació Xochitlán, que significa «lugar entre flores». 

Es en su Centro Histórico se levantan los templos de San Bartolo y la capilla de la Virgen de Guadalupe, que durante las fiestas o mayordomías se convierten en las principales sedes para bendecirlas, celebraciones donde nunca falta el tradicional huapango, la música más importante de este pueblo. 

Justo a unos 500 metros de la plaza principal se encuentra el Balcón del Diablo, es un mirador que muestra los cañones de los ríos Zempoala y Ateno; ambos llegan a tocar puentes de piedra de la época porfiriana.

En Xochitlán hay una rica gastronomía que se compone de chilpozonte de gallina o de res, el tradicional mole poblano, las conservas de dulces y tradicionales bebidas como el yolixpan y una elaborada con la raíz de yuca. El licor de café, los vinos serranos de naranja, guayaba, ciruela y tejocote también forman parte de su propuesta.