La Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán la comparten los estados de Puebla y Oaxaca. Este destino además de ser la zona más árida al sur de México, también es el área semidesértica más rica en biodiversidad de Norteamérica. Tehuacán-Cuicatlán goza de montañas, cañones y valles que guardan huesos de mamut, huellas de dinosaurio y fósiles marinos; además de cuenta con enormes bosques de cactáceas columnares. Sin embargo, no todo es árido, ya que hay zonas tropicales y bosques templados, donde viven animales como búhos, águilas reales, zorros, pumas y jaguares.
En el año 2018, la Unesco incluyó el Valle de Tehuacán-Cuicatlán en la lista del Patrimonio Mundial en la categoría de Bien Mixto por su gran valor cultural y natural al considerarlo el “hábitat originario de Mesoamérica” y “la zona árida o semiárida con mayor diversidad biológica de toda América del Norte”, misma que tiene 145 mil hectáreas dentro de la reserva.
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En esta región habitan 300 comunidades autóctonas y se han descubierto vestigios arqueológicos, como canales, pozos y presas que tienen una antigüedad de más de dos mil años, por lo que se considera uno de los espacios más antiguos y ricos de América, el cual se ha convertido en un punto turístico ideal para la aventura.
Actividades que ofrece la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán
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Jardín Botánico Helia Bravo Hollis
Lleva ese nombre en honor a la cactóloga mexicana. Esta maravilla se encuentra muy cerca del poblado de Zapotitlán. Aquí conocerás las cactáceas de la reserva, las cuales son longevas y enormes. Además se crearon senderos interpretativos que serpentean entre un bosque de más de 50 especies en su hábitat natural.
Los protagonistas del lugar son los cactus columnares o tetechos que pueden crecer 15 metros y vivir más de 200 años; también existen cardones que parecen candelabros; globosas o biznagas de tres metros de alto y 500 años de vida; además de patas de elefante de hasta 12 metros de alto que han visto pasar dos milenios, incluso, uno de los ejemplares tiene 800 años. En este mágico lugar podrás hospedarte en cabañas rústicas; también ofrece comedor, miradores y recorridos guiados.
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Cañón Tilapa
A una media hora del jardín se formó este estrecho cañón con paredes casi verticales. Lo más llamativo son los fósiles con incrustaciones en sus rocas. Este lugar se puede visitar a través de los famosos recorridos guiados que toda la familia podrá hacer. Así que no puedes dejar de conocerlo.
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Parque Ecoturístico de San Juan Raya
A una media hora de camino por carretera, se encuentra el pueblo de Zapotitlán Salinas, donde está la comunidad de San Juan Raya, y varios de sus miembros trabajan en el Parque Turístico Turritelas, que cuenta con atractivos paleontológicos como fósiles marinos y rastros de dinosaurios, además de cactáceas con más de dos mil años de antigüedad.
En este sitio se organizan caminatas, paseos a caballo y en bici, e incluso, cuentan con paquetes, servicio de alimentos y reservación de cabañas. Además, en el pueblo abrieron un museo paleontológico con un acervo de fósiles de mucho valor. Así que es un punto que no debes dejar pasar.
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Fósiles marinos
Cuando llegues a este destino podrás explorar un fondo marino fosilizado. De aquel mar lleno de vida que se encontraba en ese lugar hace millones de años. Ahora se quedaron a la intemperie estructuras de corales y caracoles, los cuales el piso, las rocas y el interior de cuevas, donde es posible imaginarte el pasado y vivir una extraordinaria experiencia.
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Huellas de dinosaurio
En San Juan Raya hay recorridos en un sendero que parece de otro mundo, ya que contiene peculiares formaciones blancuzcas de paredes verticales de diferentes metros de altura. Y lo mejor es que los fósiles marinos se descubren en el camino, así también las huellas de dinosaurios de tres dedos que quedaron plasmadas en el fango, que ahora está petrificado y data de entre 60 y 100 millones de antigüedad.
Detalles sobre la Reserva de la Biósfera
Este inigualable destino abarca 490 mil 186 hectáreas, distribuidas en 21 municipios de Puebla y 30 de Oaxaca. Y se han identificado 86 especies de cactáceas; 11% son endémicas y algunas de ellas están en peligro de extinción; además, alberga 140 especies de aves; y se tiene registro de 102 especies de mamíferos, de los que destacan 5 especies de felinos, de los seis que habitan en México.