Castillo de Teayo, prueba de pluralidad ancestral

La toponimia de esta región deriva del náhuatl Teayok, o Te-ayo-k, que significa "tortuga sobre piedra"

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Conoce el castillo de Teayo, una oda a la pluralidad ancestral
Foto: @mc_el_ruinero/Instagram

En Veracruz se localiza la zona arqueológica conocida como Castillo de Teayo, uno de los sitios más importantes de la costa del Golfo de México debido a la pluralidad cultural que se refleja en sus vestigios.

La toponimia de esta región deriva del náhuatl Teayok, o Te-ayo-k, que significa «tortuga sobre piedra«. Su nombre se debe a su castillo, único vestigio de una gran ciudad indígena, mezcla de las culturas olmeca y huasteca, que anteriormente se llamó Tzapotlán.

Esta localidad veracruzana es considerada una de las más antiguas y fue centro de las culturas tolteca y azteca, entre los siglos XII y XV. Durante el siglo XV, los aztecas conquistaron la Huasteca veracruzana, realizándose así un intercambio en todos los órdenes, el cual se comprueba por la existencia de la pirámide y de varias esculturas de piedra con un significado destacado para la historia.

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Origen diverso de Teayo

Varias familias (Canovas, García, Urrutia y Barra), descendientes de españoles que habitaban en la villa de Tihuatlán, fundaron en junio de 1870 la población de Castillo de Teayo.

Estas familias buscaban nuevas tierras en Zapotitlán. Durante los trabajos de construcción de sus casas, descubrieron la cúspide de la pirámide en un cerro, motivo por el cual le llamaron «castillo«.

El Castillo de Teayo es una construcción prehispánica de origen tolteca, se ubica en la Plaza Principal y está conformada por un basamento y vestigios de un santuario en la parte superior.

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La base consta de tres cuerpos superpuestos y una escalinata flanqueada por una alfarjía. Las características arquitectónicas y estilísticas que presenta el Castillo de Teayo revelan influencia de las cultura huasteca y mexica sobre la zona en el siglo XV y cuenta con una altura de 11.3 metros.

La pirámide principal se halla en un parque público, rodeado por 30 esculturas monolíticas de gran importancia documental y por sus cualidades plásticas.