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Peto: «maridaje» perfecto entre arquitectura maya y colonial

Peto es un destino que combina casas mayas tradicionales con casonas coloniales. En este municipio de Yucatán se respira nostalgia e historia gracias a sus construcciones y pasado ancestral, del cual asciende el significado de su nombre: Corona de la Luna.

En sus comienzos, Peto era una importante centro exportador de chicle, actividad que lo llevó a la prosperidad, bonanza y construcción de una vía ferroviaria para el traslado de mercancías hacia otras ciudades. Aunque también atravesó diversas crisis, jamás perdió su espíritu ni su esencia.

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Una tradición duradera en Peto

Con la llegada del ferrocarril se firmó un tratado de paz entre los pueblos de Peto y Tzucacab, y se instauró la tradición de sentarse a contemplar el ir y venir de las personas que recibían maíz, azúcar, piloncillo y demás productos que llegaban a bordo de este transporte.

Dicha tradición posteriormente se trasladó a sus parques y Plaza Central, donde los habitantes se sientan bajo la sombra de los árboles para contemplar las construcciones, las familias que transitan por la zona y el contrastante paisaje que regalan sus pijos rojos con el azul del cielo.

Al llegar a Peto, lo primero que resalta es su Iglesia, templo donde se rinde culto a la Virgen de la Estrella, la cual —se dice— luchó con el pueblo durante la Guerra de las Castas, enfrentamiento en el que este municipio tuvo un papel importante.

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Pero esta no es la única construcción que destaca de Peto, también el Templo de San Antonio y algunas capillas que se encuentran distribuidas por el municipio, así como pequeñas zonas arqueológicas: Tixualahtún y Xoy, las cuales revelan la majestuosidad e importancia de los mayas a lo largo de su historia.

Otro de los lugares que no deben faltar durante una visita a Peto —cuando las condiciones sanitarias lo permitan— es su estación de radio XEPET: La Voz de los Mayas, así como sus dos universidades.

Pero no todo es calma y tranquilidad, pues también brinda actividades para los más arriesgados, como conocer y nadar en el cenote San Mateo, practicar rappel, hacer un poco de senderismo o camping en el entorno natural y colonial que sólo Yucatán sabe ofrecer.

Una de las mejores periodos para visitar este municipio yucateco es del 27 de diciembre al 2 de enero, porque durante estos días se lleva a cabo la feria en honor a la Virgen de la Estrella, con diversas actividades como bailes culturales, venta de artesanías, concursos, venta de antojitos, música, colorido y una palpable algarabía.