Los perros de la pradera son de esos casos dentro del reino animal cuyo tierno rostro guarda salvajes curiosidades. Estos animalitos suelen ser muy territoriales y cuentan con características físicas que los hacen mucho más fuertes de lo que aparentan.
Los perros de la pradera luchan por su territorio
Aunque puedan parecer animales sumamente tiernos e indefensos, suelen tener peleas entre machos para ganar un territorio.
Después de hibernar durante 4 meses bajo tierra, los machos comienzan a salir. Las hembras se quedan. Una vez afuera, buscan su hogar y luchan por éste.
Las mordidas con sus poderosos dientes pueden cortar la piel, incluso los huesos. Además, suelen romper sus columnas vertebrales en las volteretas de la pelea.
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Se unen cuando llega un enemigo mortal
Todos los machos suelen pelear entre sí hasta que llega un enemigo mortal, como los coyotes o las águilas. Suelen emitir un sonido de alerta para comunicarse entre sí que hay un animal que los acecha.
El olor los ayuda a identificar si son amigos o no
En algunas ocasiones, antes de la pelea, juntan sus narices y comienzan a olerse. Si alguno de los dos se retracta, ya no habrá pelea. Sin embargo, esta decisión está basada en el olor del contrincante.
Les gusta aparearse sin frío
Las hembras no salen de la tierra si hay nieve o demasiado frío, por eso no hay apareamiento en tiempos de frío. Además, las hembras sólo están en celo durante un día, por lo que puede resultar muy complicado.
Aunque la mayoría de las veces, el apareamiento sucede dentro de la madriguera, los machos logran hacerlo en algunas ocasiones fuera para mostrarlo ante los otros machos y tratar de ahuyentarlos.
Los perros de la pradera tienen un lenguaje más avanzado que cualquier otro lenguaje animal que haya sido decodificado. Los investigadores descubrieron que sus llamadas transmiten detalles descriptivos, como distinguir entre una amplia variedad de animales: incluso el color que https://t.co/iJCULqT6Rq
— Elena García Santos (@ElenaGarcaSant1) October 13, 2020
