Sicilia es una de las islas mediterráneas más grandes del mundo y, es considerada una de las joyas que tiene Italia. Es rica en historia, gastronomía, cultura, pero sobretodo por sus vinos y esta vez mencionaremos uno de los viñedos que se encuentra a las faldas del monte Etna, considerado uno de los volcanes más altos de Europa.
En las faldas del volcán Etna se ha creado un ambiente único gracias a los productos que derivan de la actividad volcánica y que lo convierten en un estratovolcán caracterizado por erupciones efusivas. A lo largo y ancho de estas tierras se alzan viñedos, bosques, muros de piedra volcánica y viejas casonas.
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El cultivo de la vid se remonta al siglo XVII y se derivó gracias a la riqueza en nutrientes de su suelo. Su tierra es privilegiada por tener un clima cálido, la influencia del mar y un suelo volcánico rico en nutrientes hacen de Sicilia un lugar lleno de tradición vinícola muy arraigada.
Donnafugata es uno de los productores que más han potenciado el vino. Su nombre se deriva de la novela de Tomasi di Malpedusa titulada Il Gattopardo, que significa mujer en fuga y hace referencia a la historia de una reina que encontró refugio donde hoy se encuentra los viñedos de Sicilia.
En Donnafugata convive la fuerza de la naturaleza con el arte vinícola, dando como resultado una de las mejores reservas de toda Italia. Esto es gracias a que los suelos son más fértiles, y por ello Donnafugata aprovecha de las bondades de este para cultivar variedades de uva muy características de la zona como Carricante, Nerello Mascalese y Nerello Cappuccio.
Cabe destacar que las cosechas de Donnafugata son irrepetibles, pues la edad de sus vides puede superar los 70 años. Sus sabores son mágicos y aquellos que los prueban quedan más que satisfechos. Sus etiquetas que podrían considerarse verdaderas obras de arte dan un toque más especial, no por nada es uno de los mejores de Sicilia.
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Los viñedos de Sicilia se dividen en tres laderas diferentes:
Ladera sur: la vid se encuentra entre los 600 y mil metros de altura y es donde se encuentran los viñedos más altos. Las variedades principales son la Nerello Mescalese, Carricante, Garnacha, Nerello Cappuccio y Vesparola. Es donde hay más ceniza volcánica y las tierras son más fértiles.
Ladera este: los viñedos están entre los 500 y 900 metros. Sus suelos son ricos en nutrientes y poseen una pendiente del 40%. Las variedades que de uvas que destacan en esta área es la Carricante blanca que madura unos 20 días antes que en las otras laderas y el mejor lugar para obtener una mejor calidad en sus cosechas.
Ladera norte: se encuentra entre los 400 y 800 metros y aquí se cosechan los vinos tintos de alta calidad. Son los viñedos más viejos de Nerello Mascalese junto a otras variedades como la Nerello Capuccio, Garnacha o Vesparola junto a las blancas Carricante y Minnela. Su suelo es rico en ceniza, basalto o piedra pómez.