Sudamérica está lleno de un encanto sinigual gracias a su riqueza natural, cultural e histórica, entre muchos otros. Los principales destinos de esta parte del continente son Perú, Colombia, Argentina, Brasil y recientemente Uruguay, pero no nos referimos a su capital Montevideo, más bien se trata de Nueva Carrara.

Nueva Carrara es un previo privado que es empleado como balneario y que se hizo viral gracias a una vieja cantera de mármol. Este extraño lugar, a pesar de ofrecer un hermoso paisaje, esconde un peligroso secreto.

El poblado cuenta con menos de 200 habitantes y se ubica en el departamento de Maldonado, al este de Uruguay y a 45 kilómetros de Punta de Este, el principal balneario uruguayo.

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La historia de Nueva Carrara lugar data del siglo XIX, cuando comenzaron a extraer mármol y piedra caliza. El nombre de la cantera obedece a la calidad del mármol que se extraía de esta zona y se comparaba con el que extraían de la ciudad italiana de Carrara.

De hecho, el Palacio Legislativo de Montevideo, una de las obras más importantes del siglo XX, fue construido con materiales extraídos de esta región por la Compañía de Materiales de Construcción, que también exportaba a Argentina y que en 1937 vendió dicho yacimiento a la Compañía Nacional de Cementos S.A., que continúa con la gestión hasta la actualidad.

La extracción continúa; sin embargo, esto provocó que el el fondo se acumulara agua de color verde claro, algo poco común en las playas de Uruguay, lo que le da un toque sumamente atractivo, razón por la que el Municipio de Pan de Azúcar, la ciudad más cercana, instaló un mirador en la cima de la cantera para realizar visitas guiadas.

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Tal fue la aceptación y el boom que causó Nueva Carrara que a finales de 2020 se volvió una parada obligada para los turistas que se dan cita en Uruguay. Pero no todo es miel sobre hojuelas, pues la viralización y la gran afluencia provocó que muchos turistas ingresaran al predio privado donde se realizan detonaciones de dinamita para la extracción de loa materiales, lo que pondría en riesgo la vida de los visitantes.

Pero eso no es todo, ya que muchos podrían meterse a bañar a sus aguas verdosas, lo cual representa un riesgo por los desechos de la explotación mineral presentes en el agua, así como por la profundidad de la cantera.

Para frenar un poco la aglomeración de turistas, el subsecretario del Ministerio de Ambiente de Uruguay, Gerardo Amarilla, explicara que no existe un control sobre las aguas de Nueva Carrara ya que se trata de un predio privado, no habilitado para bañistas.