En la zona montañosa de Chiapas los caminos se conectan entre destinos inagotables de bellezas naturales y culturales. Uno de estos circuitos comienza en San Cristóbal de las Casas para encontrar otro Pueblo Mágico del estado, que se conoce como San Juan Chamula, donde el sincretismo domina toda la atmósfera.
10 kilómetros separan a estos dos destinos, pero también el ambiente, tradiciones y arquitectura. La gente de San Juan Chamula es desconfiada, pero los niños son muy curiosos y hábiles para el comercio, claro, aprenden del consejo de los mayores.
Aún conservan con recelo sus usos y costumbres; fieles a sus fiestas, folklor y hábitos que mantienen desde hace muchas generaciones. En San Juan Chamula la primera lengua es el tzotzil, igualmente arraigado por varios habitantes de la etnia, que se niegan al español. Incluso su ideología política comulga con el zapatismo y vitan ser capturados por las cámaras de los visitantes, expresamente lo tienen prohibido.
Iglesia de San Juan Chamula
Una de los templos más famosos del país que llega como eco hasta el extranjero, por aquellos que vienen de otras naciones atraídos por las historias que se cuentan y que pocos han podido capturar en imágenes al interior de este lugar de San Juan Chamula.
Así es, la comunidad de San Juan Chamula no permite entrar con cámaras, solo si se paga una cuota con antelación. Sin embargo, siempre hay un vigilante o mayordomo, que evita al lente inmortalizar los rituales frente al altar. Aquí se vibra en su máxima expresión la mezcla de la fe católica con las raíces prehispánicas que aún se conservan.
Quien ha tenido oportunidad de sumergirse en el surrealismo de la iglesia de San Juan Chamula, sabe que el espacio sombrío se alumbra con una fila de velas, que forman parte de una ceremonia individual o en familia. Los rezos se acompañan de incienso, además de gallinas que ofrendan; un espectáculo que a mucho impacta.
Alrededor se hallan varios santos ataviados con las prendas tradicionales y se acompañan de espejos para reflejar el mal y los problemas que los files piden desaparezcan. Cada uno cuenta con cuidadores indígena, a quienes se les conoce como alférez, siempre pendientes de su limpieza y vestidos.
Ahora que el semáforo impuesto por el Covid-19 lo permita, regresarán con algarabía sus mercados, fiestas patronales y demás folklor para recibir a los visitantes, que seguramente se adentraran al universo místico que emana cada rincón de San Juan Chamula.