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Te presentamos Calvillo, Pueblo Mágico de Aguascalientes

Sin duda ya habrás escuchado que Calvillo, en Aguascalientes, es la Capital mundial de la guayaba. No en vano es uno de los destinos turísticos donde este fruto se produce en mayores cantidades y con una calidad prácticamente insuperable.

Calvillo, que tiene su origen en el establecimiento de indios nahuas de San José de Huejúcar, significa “lugar de sauces”, pero debe su nombre a su benefactor, José Calvillo, propietario de la Hacienda San Nicolás en el año 1771.

Si bien la guayaba en todas sus formas y presentaciones es lo que, dicen, distingue a Calvillo, te diremos que sí, pero no. Además de pizza, enmoladas, pescado, bebidas, preparadas con chile, en cajeta, en nieves… guayabas en todos lados, hay muchos atractivos que debes visitar si viajas por primera vez a este Pueblo Mágico.

 

Los imperdibles en Calvillo

Dentro de la Sierra Madre Occidental, a 59 kilómetros de la ciudad de Aguascalientes, se localiza Calvillo. Para visitar su Centro Histórico tienes dos opciones: a pie o en Guayequito, un tranvía que se ubica en la Plaza Principal —fundada en 1778—. Apúntate  en la lista de uno de sus varios recorridos.

Es precisamente en el Centro Histórico donde se localiza el Palacio Municipal; no te pierdas los dos murales en su interior que narran la fundación de Calvillo. En la misma Plaza Principal se ubica un edificio calificado como Patrimonio Histórico: la Casa de la Cultura, ubicada en un edifico hermoso del siglo XIX, con un patio central cuya arquería es de cantera rosa.

La Parroquia de San José, construida en 1772 en estilo neoclásico, es un imperdible, porque allí podrás admirar el altar principal recubierto de oro y el Señor del Salitre, patrono de la ciudad, el cual es una figura de Cristo Crucificado. Se le atribuyen varios milagros, así que piensa bien qué le pedirás.

 

Práctica del ecoturismo

Saliendo de su centro urbano, Calvillo tiene mucho para ofrecer. Si te gusta el ecoturismo y el contacto con la naturaleza, estos son los lugares que debes visitar:

El Tepozán, un sitio con una cueva singular, donde verás pinturas rupestres que representan figuras antropomorfas de diversos colores.

Terrero de la Labor, donde los arqueólogos han hallado puntas de flechas, figuras de barro y otros objetos pertenecientes a los antiguos chichimecas.

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Terrero del Refugio es ideal para la práctica del turismo de aventura; allí hay una vegetación rica, abundante y pródiga, donde se puede practicar campismo.

Un poco más lejos, hay tres presas para practicar deportes acuáticos, kayac, ciclismo de montaña y senderismo. Nos referimos a las presas los Alamitos, Codorniz y Malpaso. Si no deseas acampar, hay cabañas rústicas para pernoctar.

Siguiendo el ciclo del agua que inició en las presas, déjate fluir en las cascadas de los Huenchos, el Garruño y el Salto del Tigre. Sus caídas de 50 metros de altura te refrescarán el ADN para cuando regreses a casa.

Las Haciendas

La riqueza histórica de Calvillo heredó a ese Pueblo Mágico haciendas como la De Vaquería (que te recibe orgullosa con sus arcos), La Labor (con su característica fachada en tonos amarillo, rojo y blanco), La Primavera (con sus muros llenos de “cicatrices”), San Diego y La del Sauz (prepara aquí tu cámara y tenla lista siempre).

Rutas turísticas

En Calvillo se ofrecen algunas rutas turísticas:

Ruta de Cantinas. Esta ruta no necesita presentación, más bien mucha acción. Recorrerás bares y cantinas tradicionales y probar el mejor trago de cada lugar. Obviamente, prueba las bebidas preparadas con guayaba.

Ruta del Artista. Del artista plástico, completaríamos, porque consiste en una caminata en las calles del Centro Histórico para detenerse frente a cada una de las 15 pinturas que se refieren  a la historia y leyendas de Calvillo.

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Los manjares

Para terminar tu visita a Calvillo, ahora sí, haz caso de la fama y prueba las nieves de garrafa del parque, sobre todo la de guayaba; prueba un chamuco en sus panaderías y cura tus penas con la barbacoa de La Borrega Loca. Un cierre de sabor que no olvidarás.