Si deseas un lugar de ambiente tranquilo rodeado de cerros, ríos, cascadas y otras maravillas naturales, entonces date una escapadita al noroeste del Estado de México, para pernoctar en su Pueblo Mágico conocido simplemente como Aculco.
Y decimos simplemente porque en realidad lleva por título Aculco de Espinoza, fundado alrededor del año 1110 por el pueblo otomí; para después ser conquistado por los mexicas en el siglo XIV.
Su nombre significa “lugar donde tuerce el agua”, justo en su subsuelo dicen los cronistas que se puede encontrar dos tipos de aguas: dulce y salada. Gracias al manantial Ojo de Agua que por estos lares corre, desde hace más de 100 años se construyeron los famosos “lavaderos de Aculco”.
Sorprendente aún cumplen con su función, pues en este espacio sus habitantes van a lavar la ropa, mientras aprovechan para ponerse al día de todo lo que está aconteciendo en el Pueblo Mágico de Aculco.
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Aculco de brillante cantera
Ya que nos encontramos en la recta final de 2020, seguramente estás aprovechando para remodelar tu casa, pues qué mejor una visita a Aculco para adquirir fuentes, adornos y adoquines de piedra de cantera; sus maestros artesanos son especialistas en labrar esta piedra.
Material que no podía quedarse fuera de la arquitectura de Aculco, principalmente detallado en su centro histórico, como en el antiguo Convento de San Jerónimo, edificado por órdenes de los monjes franciscanos en 1540.
Pero aún hay más por descubrir en Aculco, pues resulta que aquí puedes armar la despensa con puros productos lácteos, los más reconocidos son sus quesos, mantequilla, nata y muchas más delicias.
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Si te animas realiza la Ruta del Queso que incluye degustación en Aculco, pero también se ofrecen talleres artesanales para aprender todo sobre su elaboración, tipos, añejamientos, sabores e incluso te enseñan a hacer maridajes. ¡ah, qué rico!
Si quieres conocer sus áreas naturales, te contamos que a tan solo 20 minutos del pueblo de Aculco se localiza la cascada La Concepción, que se alimenta de la Presa de Ñadó. Para ver su hermosa caída, la mejor época es la temporada de lluvias, cuando se forma una portentosa cortina de agua.
En este espacio maravilloso se pueden realizar algunas actividades de aventura. Los touroperadores de Aculco ofrecen rappel, escalada y noches bajo las estrellas, pues hay facilidades para poder quedarse a acampar en este lugar.
Durante tu visita a Aculco, también en épocas pluviales tienes que explorar las Cascadas de Tixhiñú, que se forma en el Río Ñadó, para surgir entre columnas basálticas que alcanzan los 30 metros de altura. Llegar hasta su parte superior hay que seguir un sendero pavimentado, desde donde puedes comenzar a capturar increíbles imágenes.