Expertos confirman el yacimiento más grande de mamuts en el mundo

Hallan hasta 120 restos de estos extintos y enormes animales en Santa Lucía, en el Estado de México

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A cuatro meses del sorprendente descubrimiento de esqueletos de mamuts en lo que serán las pistas y torres de control del Aeropuerto de Santa Lucía, en el Estado de México, los paleontólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ya llevan catalogados cien restos.

En entrevista con La Vanguardia, Pedro Francisco Sánchez, coordinador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), señaló: “Cada día hacemos nuevos descubrimientos, por lo que pensamos que pueden llegar a aparecer restos de hasta 120 mamuts, que quedaron enterrados en diferentes épocas”.

Para este valioso trabajo se ha conformado un equipo de 30 paleontólogos y decenas de ayudantes, quienes han hecho excavaciones de más de 3 metros para obtener los restos de estos mamíferos herbívoros que vivieron, según los especialistas, hace unos 25 mil años.

El proyecto

El trabajo de los expertos contempla la creación del Museo del Mamut, el cual tendrá 5 salas de exposiciones, 4 permanentes y una temporal. Además, una exposición al aire libre y otra área temática que busca recrear las condiciones de vida de los mamuts.

En lo que el museo se construye, se está estudiando todo lo relacionado con este gran hallazgo: pruebas de ADN para saber de dónde proceden, qué estado de salud tenían y si las manadas estaban emparentadas; así como estudios de suelo para saber el tipo de alimentación que tenían.

Antecedentes en la zona

Ya en noviembre de 2019 se habían hallado otros restos, también de mamuts, en una zona cercana, en el municipio de Tultepec, a 40 kilómetros al norte de la Ciudad de México.

También fue un descubrimiento numeroso, por ello se cree que los antiguos seres humanos de la zona habían construido una especie de trampa (una cavidad donde se encontraron esos restos) para cazar a estos mamíferos, pues su carne era muy preciada.

“Posiblemente los ejemplares que hemos encontrado quedaron apresados en el fango que había en las orillas del lago Xaltocan”, comentó el coordinador del INAH a La Vanguardia.