Maggu Jasso / m.jasso@mexicotravelchannel.com.mx
¿Te imaginas pasar un sábado bailando con la elegancia del danzón y la tradición que guarda uno de los lugares íconos de la Ciudad de México como La Ciudadela?… Si lo tuyo es bailar, además de cuidar de tu salud, no te pierdas de esta información que seguro te va a encantar.
Si eres un amante del baile, la elegancia y de mantenerte sano a través de la danza, esta información es para ti. ¿Sabías que en la capital del país existe un lugar donde el tiempo se detiene para permitir que la nostalgia, la elegancia y la sabrosura bailen juntas?… Se trata de la Plaza de la Ciudadela.
Este lugar “mágico” se encuentra ubicada entre Balderas, Enrico Martínez, Emilio Dondé y Ayuntamiento, en pleno corazón de la Ciudad de México. Desde mediados de la década de los 90, este espacio se ha consolidado como el epicentro del danzón—ese baile de pasos precisos, miradas cómplices y vestidos vaporosos—que resuena cada fin de semana en este lugar, despertando sonrisas y vitalidad entre quienes lo practican.
Pero no solo es un refugio de la tradición y la convivencia intergeneracional, sino que en este escenario, los latidos del danzón también laten al ritmo de la salud y la prevención, especialmente en fechas tan importantes como el Día Mundial de la Diabetes.

Orígenes e historia de la Plaza de la Ciudadela
Nacida en el siglo XIX como fábrica de tabaco y cargada de anécdotas históricas, la Ciudadela pasó de ser testigo de episodios como la Decena Trágica, a transformarse, gracias a la fuerza colectiva de sus visitantes, en la auténtica Plaza del Danzón.
Fue en la década de los 90 cuando adultos mayores y amantes del ritmo cubano, inspirados por los salones clásicos del Centro, solicitaron a la entonces delegación un espacio para formalizar la fiesta semanal dedicada al danzón.
Desde entonces, las mañanas del sábado se visten de música, zapateados y alegría, atrayendo a todas las generaciones y convirtiendo al lugar en un rincón mítico de la cultura urbana capitalina.
La Ciudadela ha sido escenario de historias entrañables: desde la leyenda de Tomás Wilbert Manuel, aquel danzonero elegante que falleció bailando en 2007 por el impacto de un rayo—y cuya memoria se mantiene viva—hasta las historias de abuelos y nietos, de jóvenes curiosos retados a brillar en la pista y del desfile de vendedores de zapatos, atuendos retro y alegría contagiosa.
Aquí, el danzón es más que música: es el legado vivo de una fiesta popular que resiste al paso de las modas y a los vaivenes del clima. Y es que, dicen, un rayo no cae dos veces en el mismo lugar.

El danzón: una danza que es legado y salud
El danzón no solo es símbolo de sofisticación y añoranza; es, sobre todo, una poderosa actividad física que combina coordinación, resistencia cardiovascular y socialización.
Quienes cada semana liberan el estrés en la pista de la Ciudadela saben de primera mano que bailar es salud: ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre, fortalece huesos y músculos, mejora la función cardiaca, disminuye el colesterol y favorece la memoria.
Bailar 30 minutos de danzón cinco veces por semana es una receta sencilla, alegre y eficaz para vivir mejor, especialmente para quienes viven con enfermedades metabólicas como la diabetes.

Danzón por la Diabetes, el Corazón y los Riñones: una fiesta con causa
Este pasado 8 de noviembre, la Plaza de la Ciudadela vibró aún más fuerte con la 2º edición del evento “Danzón por la Diabetes, el Corazón y los Riñones”, impulsado por la Federación Mexicana de Diabetes A.C. y la farmacéutica Boehringer Ingelheim, con apoyo de la Alcaldía Cuauhtémoc.
Pacientes, familiares y público en general vivieron una jornada que fusionó la educación sobre el Síndrome Cardiorrenal Metabólico, pruebas gratuitas de glucosa y la oportunidad de menear los pies y el corazón al compás de un buen danzón. Todo en el marco del Día Mundial de la Diabetes, recordándonos que el movimiento y los hábitos saludables pueden transformar nuestra vida y ayudarnos a vivir mejor con condiciones metabólicas.
“La diabetes puede afectar al corazón y a los riñones de manera silenciosa, pero al fortalecer la educación y dar visibilidad al síndrome Cardiorrenal Metabólico, podemos ayudar a que las personas, junto con su médico, encuentren la mejor estrategia para prevenir y atender posibles complicaciones cardiovasculares o renales asociadas”, dijo Gisela Ayala, directora ejecutiva de la Federación Mexicana de Diabetes A.C.
En tanto, la Dra. Andrea Villarreal, gerente médico de Boehringer Ingelheim México, agregó que la diabetes no actúa sola, sino que forma parte crucial del Síndrome Cardiorrenal Metabólico, enfermedad donde el corazón, los riñones y el metabolismo con hiperglucemia (azúcar en la sangre) se interconectan entre sí, de manera que el desequilibrio en uno afecta a los demás, creando un efecto dominó de enfermedades estrechamente relacionadas que ponen en riesgo la salud y la vida.
Así que ya sabes, visitar la Plaza de la Ciudadela es bailar con la historia, abrazar el legado danzonero e invertir en tu bienestar. Cuéntanos si ¿tu tienes recuerdos, anécdotas o fotos danzoneras en este corazón de la CDMX?
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