Maggu Jasso / m.jasso@mexicotravelchannel.com.mx
Ya se acerca el Día de Muertos y en diferentes regiones del país se alistan con todos los preparativos para recibir a una de las tradiciones más populares de nuestro México. Aquí te contamos cómo celebran este Día en diversas regiones.
Sabemos que después del pozolito y del festejo patrio, en México luego-luego nos preparamos para otra de nuestras tradiciones favoritas: El Día de Muertos, una de las celebraciones más importantes del país, donde familiares recuerdan y honran a sus seres queridos fallecidos.
Es importante contarte que esta festividad fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, además de que en cada región del país se vive con sus propias costumbres y particularidades, lo cual enriquece esta experiencia única.
¿Estás listo para conocer cómo es que se celebra el Día de Muertos en diferentes lugares de nuestro país? ¡Checa lo siguiente!
Así se celebra el Día de Muertos en diversos Estados
Por ejemplo, en el centro del país, especialmente en Ciudad de México y el Estado de México, la celebración combina altares elaborados con flores de cempasúchil, velas, papel picado y ofrendas con alimentos tradicionales como pan de muerto, calaveritas de azúcar y mole.
La capital destaca por sus eventos culturales y exposiciones masivas, como la famosa ofrenda monumental en el Zócalo, que atrae a miles de visitantes y locales. Además, hay otros lugares como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y diversas zonas específicas donde se colocan ofrendas.
En tanto, Oaxaca es uno de los lugares más influyentes en este tipo de celebración: aquí el Día de Muertos se vive de forma especial gracias a la influencia de las tradiciones indígenas zapotecas y mixtecas.
En Tlaxcala, las familias visitan los panteones, decorando las tumbas con flores, velas y comida. Aquí, esta celebración se destaca por ser una fusión cultural originada en el mestizaje entre las tradiciones prehispánicas tlaxcaltecas y las influencias coloniales españolas.
Esta festividad, llena de respeto y religiosidad, es vivida con gran solemnidad y colorido, donde las calles, iglesias y hogares se adornan con flores de cempasúchil, papel picado y altares que combinan elementos indígenas y católicos.
Además, se realizan procesiones, quema de fuegos pirotécnicos y eventos culturales que reflejan la profunda identidad y arraigo cultural del estado.

Isla de Janitzio, un paisaje inolvidable
Por otro lado, también se destaca la ceremonia de limpieza y preparación que puede durar horas, así como la tradicional Noche de Ánimas en la isla de Janitzio, donde la laguna se ilumina con cientos de velas. También, la música y los bailes son elementos esenciales, donde la danza de los viejitos es uno de los principales atractivos.
En Michoacán, particularmente en la región de Los Reyes y Pátzcuaro, se encuentra la celebración más reconocida: “La Noche de Muertos”.
Aquí, la conexión espiritual con los difuntos se manifiesta con altares inmensos y visitas nocturnas a los panteones, donde se colocan velas en el agua, creando una atmósfera mística y conmovedora. La convivencia familiar alrededor del altar es primordial, con platillos típicos como el atole, la charanda y tamales especiales.

San Andrés Mixquic, uno de los lugares con mayor tradición
En San Andrés Mixquic, una comunidad de la alcaldía Tláhuac en Ciudad de México, el Día de Muertos es una celebración de gran tradición que combina elementos prehispánicos y coloniales.
Los preparativos inician desde agosto-septiembre y la festividad principal se extiende del 31 de octubre al 2 de noviembre, con una serie de rituales que honran la llegada de las almas de los difuntos a sus hogares y panteones.
El 31 de octubre se recibe a las almas de los niños con alfombras de pétalos blancos que guían su camino hasta las ofrendas; el 1 de noviembre llegan las almas de los adultos, señaladas por alfombras de pétalos de cempasúchil.
La noche del 2 de noviembre, conocida como “La Alumbrada”, el panteón se llena de miles de veladoras y caminos de flores que iluminan las tumbas, creando un ambiente mágico y espiritual donde familiares cantan, rezan y comparten alimentos tradicionales en honor a sus seres queridos.
Las ofrendas suelen tener tres niveles, representando el cielo, la tierra y el inframundo, y es común encontrar elementos simbólicos como el petate para simbolizar el descanso de los muertos y estrellas de carrizo que guían a las almas.
Mixquic recibe cada año a más de 100 mil visitantes nacionales e internacionales que buscan experimentar esta emotiva tradición que resalta la unión familiar, la memoria y el respeto por la vida y la muerte.


