Por: Jasiel Angeles (j.angeles@mexicotravelchannel.com.mx)
Jalpa de Cánovas, un tesoro escondido en Guanajuato. Este Pueblo Mágico nos sorprendió con su historia, sus sabores y su encanto colonial. ¡Déjate atrapar por su magia!
En Guanajuato, hay rincones que guardan historias poco conocidas pero llenas de encanto. Uno de ellos es Jalpa de Cánovas, un poblado de sólo 670 habitantes que combina arquitectura colonial, naturaleza y tradiciones únicas, como su famoso mole de nuez.
A diferencia de otros destinos turísticos, aquí el tiempo parece ir más despacio. Todo es muy tranquilo y no hay tanta gente.
Entre haciendas que narran el pasado agrícola, calles tranquilas y experiencias (que van desde paseos en kayak hasta una cena a la luz de las velas), Jalpa invita a descubrirlo sin prisa.
Con esa curiosidad llegamos a este Pueblo Mágico y nos encontramos con una experiencia que se transformó en crónica, entre sabores, paisajes y momentos que vale la pena contar.
Un inicio con sabor en Las Golondrinas
La jornada arrancó en el restaurante Las Golondrinas. El lugar está rodeado de árboles y un río, haciendo de esta visita una experiencia caracterizada por la tranquilidad y la naturaleza.
La mesa que nos asignaron se empezó a llenar de opciones deliciosas para degustar: pollo, pescado, milanesas y, por supuesto, el tradicional mole de nuez.
Yo decidí comer ligero. Pedí una sopa de tortilla, aunque confieso que el aroma del mole me acompañó durante toda la comida, De ahí que sí me atreví a robarle un poco a mi acompañante. Sobra decir que estaba ¡para chuparse los dedos!
Debo decirles que visitar este lugar es una gran experiencia pues cada platillo que preparan, es creado al momento, de ahí, que hasta dicen, o mejor dicho, te alertan, que el tiempo de espera es algo que uno como comensal debe de considerar.
Con esto, ¡Jalpa ya me estaba dando sus primeras postales de sabor!
Entre muros de historia: La Ex Hacienda de Jalpa
El siguiente punto del recorrido fue la Ex Hacienda de Jalpa.
Ahí, entre muros antiguos, descubrimos que a finales del siglo XIX Guadalupe Cánovas ((((??????????)))) levantó esta finca que marcó la vida de la región.
En la actualidad, el casco de la hacienda funciona como museo. En éste puedes disfrutar de agradables caminatas por el santuario de Guadalupe, la tienda de raya y la casa del administrador. Sin duda alguna, cada espacio es como abrir un libro de historia y vivir cada pasaje en vivo.
Mónica Segoviano, Gerente de la Hacienda, fue la encargada de mostrarnos cada habitación y explicarnos todo detalle sobre el lugar.
En la plaza central con el Profe Roy
La tarde nos llevó al corazón del pueblo, la plaza central de Jalpa de Cánovas.
Sentado frente al kiosco, nos estaba esperando el guía local, José Murillo, conocido como el Profe Roy. Compartió relatos de la historia del lugar.
Escuchar sus anécdotas hizo que la plaza dejara de ser solo un espacio bonito. Se transformó en escenario de batallas, celebraciones y memorias colectivas.
Cena entre velas en La Pérgola
Con el atardecer, Jalpa mostró su faceta más íntima.
En el Restaurante La Pérgola, la cena se volvió una experiencia sensorial con velas encendidas, ambiente elegante y un plato inolvidable: un chile en hojaldre relleno de pollo y queso, bañado en mole de nuez.
Algo muy importante, cada platillo fue presentado de manera personalizada, incluso las meseras ya sabían de quién era, es decir, solo llegaban y decían: ¡Plato para….! Y solamente cuando escuchabas tu nombre, decías “soy yo”.
El profe Roy nos alcanzó en el lugar y nos dio un libro para que le escribiéramos algunas palabras sobre nuestra experiencia en el lugar, además de impartirle un bonito saludo.
Y claro. Como era de esperarse… ¡Nos tomamos una foto para el recuerdo!
Fue la manera perfecta de cerrar la última noche de nuestro recorrido, con el paladar feliz y el corazón ligero.
La Galera: Descanso y aventura
La mañana siguiente comenzó en el Hotel Boutique La Galera.
Lo que antes fue un granero del siglo XVIII, hoy combina historia y modernidad.
Aquí no solo se duerme, también se vive la naturaleza. Puedes remar en kayak por la Presa Vieja.
La verdad fue la primera vez que lo hacía y resultó ser una experiencia maravillosa. Conforme vas avanzando por la laguna sientes una tranquilidad inmensa; incluso puedes dejar que el viento te lleve y disfrutar del paisaje.
Eso sí, ahí te van algunos tips: Usa short o ropa de licra porque te vas a mojar por el juego que hace el remo con el agua.
Y consejo dos, hazlo con sandalias o lleva otras calcetas porque te vas a mojar los pies.
Pero si no te gusta el agua, no te preocupes, también hay paseos a caballo o puedes recorrer los senderos en cuatrimoto.
Estas actividades hacen que la estancia se convierta en una experiencia de aventura y desconexión.
Despedida con sazón en Doña Cuquita
La última parada fue en “Doña Cuquita”, un restaurante de cocina tradicional donde cada platillo es un abrazo al alma.
Como obviamente ya te estás imaginando, la dueña y cocinera es Doña Cuquita, una mujer que de verdad, sin un gramo de exageración, te atiende y te hace sentir como si estuvieras en casa… sí, con tu abuelita.
¡Fue el cierre perfecto! Un desayuno cálido que marcó el final de mi paso por Jalpa.
Tips para tu visita a Jalpa de Cánovas
No pensaba irme sin dejarte estos tips. Checa:
- No te vayas sin probar el mole de nuez, ícono del pueblo.
- Camina sin prisa la Ex Hacienda de Jalpa, cada rincón guarda historia.
- Hospédate en La Galera para disfrutar experiencias al aire libre.
- Deja que un guía local te cuente las anécdotas y leyendas del lugar.
Jalpa de Cánovas es un viaje al pasado, un encuentro con la naturaleza y una fiesta de sabores. Recorrerlo es escribir tu propia crónica, una que se llena de recuerdos y momentos entrañables.
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