Maggu Jasso / m.jasso@mexicotravelchannel.com.mx
En el Día de Muertos, la música es un vínculo esencial que nos conecta con quienes ya no están, creando un ambiente lleno de emoción, recuerdos y tradiciones. Por eso, aquí te contamos cuáles son las canciones más emblemáticas en esta temporada.
Una celebración como el Día de Muertos también tiene su propia “playlist”, aquellas canciones que hacen del festejo y la tradición algo sin igual.
Durante décadas, se han sumado varias canciones que tratan del recuerdo y memoria de los que ya partieron, o incluso de simbolismos que nos acercan a la muerte pero de forma respetuosa y armoniosa.
La música acompaña las ofrendas y altares, pero también al ánimo colectivo, creando una atmósfera de nostalgia, alegría y respeto.
Por ejemplo, ¿quién no ha sentido un escalofrío al escuchar los primeros acordes de “La Llorona” o las melodías de “La Calaca”, mientras se preparan pan de muerto y flores de cempasúchil?
Es por eso que te invitamos a conocer algunas de las canciones más emblemáticas que engalanan esta temporada, así como sus historias y orígenes.
“La Llorona”: Símbolo nacional de dolor y misterio
Sin duda, “La Llorona” es la canción icónica del Día de Muertos.
Su origen se sitúa en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, y es considerada un son istmeño que encontró eco en toda la República Mexicana gracias a la interpretación de figuras como Chavela Vargas.
La letra está inspirada en la leyenda de La Llorona: Una madre que, tras perder a sus hijos, vaga eternamente lamentando su pérdida.
La canción transmite ese profundo dolor, convirtiéndose en un “lamento hecho canción”. Hay muchas versiones y estrofas, pero todas mantienen el alma melancólica que conecta con el sentir de quienes celebran el Día de Muertos.
El misterio y la tristeza de “La Llorona” la han llevado a ser interpretada por artistas de todos los géneros y ha trascendido fronteras, apareciendo incluso en películas como “Coco” de Disney, donde conecta a nuevas generaciones con la tradición mexicana.

“La Calaca”: Humor y reflexión sobre la muerte
Otra canción tradicional es “La Calaca”, inmortalizada por Amparo Ochoa.
Esta pieza da un giro humorístico al tema de la muerte, narrando cómo “la calaca” ronda el panteón en busca de compositores y doctores para llevarlos al más allá.
Se le reconoce por su tono festivo, que invita a ver la muerte como una transición natural, sin miedo, bajo la óptica alegre del folclor mexicano.
“Cerró sus ojitos Cleto”: Cotidianidad y cariño en la despedida
Interpretada por Chava Flores, “Cerró sus ojitos Cleto” narra de forma simpática el velorio de un personaje entrañable y humilde, describiendo escenas, chistes y anécdotas propias de la vida popular mexicana.
Esta canción destaca por su capacidad de tomar con gracia los momentos difíciles, representando la idiosincrasia del pueblo mexicano.
La canción narra la historia de Cleto, un personaje humilde y entrañable, cuyo velorio es descrito con anécdotas y situaciones divertidas que reflejan la tradición mexicana de acompañar la muerte con alegría, risas y convivencia familiar.
La pieza captura ese espíritu popular de aceptar la muerte como parte natural de la vida, celebrando al difunto con historias, juegos y recuerdos que hacen el momento menos solemne y más humano.
Además de ser un reflejo de la cultura popular mexicana, “Cerró sus ojitos Cleto” destaca por su narrativa llena de detalles pintorescos, como la bebida en el velorio o las bromas entre los asistentes, que muestran un México diferente al formal y solemne, uno lleno de color, comunidad y afecto.
“Amor Eterno”: Homenaje desde el corazón
Aunque su género es balada ranchera, “Amor Eterno” de Rocío Dúrcal (escrita y también interpretada por Juan Gabriel) se ha convertido en himno de las ofrendas y cementerios durante el Día de Muertos.
Dedicada a la madre del autor, la canción expresa la añoranza de la ausencia de un ser querido, convirtiéndose en un homenaje musical que acompaña el duelo y conforma los recuerdos de miles de familias mexicanas.
“Calaveras y diablitos”: La muerte desde la perspectiva irreverente
Es una canción emblemática del grupo argentino Los Fabulosos Cadillacs, que ha sido adoptada en México como parte de la cosmovisión popular del Día de Muertos.
La pieza combina ritmos festivos con una letra que juega con la idea de la muerte y el más allá, personificando a las calaveras y diablitos como personajes traviesos que rondan las calles y ofrecen una mirada irreverente y carnavalesca a la inevitabilidad de la muerte.
Su estilo enérgico y contagioso la convierte en una de las favoritas para animar las festividades y desfiles que honran a los difuntos, recordándonos que la muerte también es parte de la vida y puede ser celebrada con humor y música.

Además, “Calaveras y diablitos” refleja una conexión intercultural que une tradiciones latinoamericanas con el folclor mexicano, resaltando la universalidad del respeto y la celebración de la muerte.
Esta canción ha trascendido generaciones y fronteras, siendo una invitación a no temerle a la parca, sino a conocerla como un ente que forma parte del ciclo natural.
Cada pieza musical no solo adorna la festividad, sino que ayuda en el proceso de duelo, celebrando con alegría a quienes ya no están.
La música, al igual que el pan de muerto, las flores y las velas, es puente entre los mundos y acompaña la reunión de vivos y muertos en un mismo espacio de memoria y tradición.
El Día de Muertos es más especial cuando se comparte. Así que nos gustaría que nos cuentes ¿qué canciones forman parte de tu celebración? ¿Hay alguna melodía que te enlace con tu historia familiar?
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