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Jardín Etnobotánico de Oaxaca: la armonía perfecta entre el arte y la naturaleza

Jardín Etnobotánico de Oaxaca: la armonía perfecta entre el arte y la naturaleza

Foto: tamara garcevic/Facebook

El Jardín Etnobotánico de Oaxaca es una parada obligada al visitar esta bella entidad, aquí se encuentran cientos de especies de plantas, todas ellas endémicas del estado, representando de forma perfecta la gran diversidad de climas, formaciones geológicas y tipos de vegetación.

El Jardín Etnobotánico forma parte del Centro Cultural Santo Domingo, que ocupa el antiguo convento que fue construido en los siglos XVI y XVII para los frailes dominicos. El espacio donde se encuentra jardín fue parte de la antigua huerta del mismo.

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Historia del Jardín Etnobótanico

Como se mencionó anteriormente, se encuentra en lo que anteriormente fue un convento. Desde mediados del siglo XIX hasta 1994 sirvió como cuartel hasta 1994, contaba con dormitorios, estacionamientos, canchas deportivas e instalaciones militares.

En este mismo año, el artista Francisco Toledo y la Asociación civil PRO-Oaxaca presentaron una iniciativa para el rescate de esta área, fue así como nació el Jardín Etnobotánico, cuyo objetivo es mostrar en vivo las relaciones entre la vegetación y las culturas del estado.

Oaxaca no solo se caracteriza por ser el lugar donde viven más grupos étnicos y donde se hablan más lenguas originarias, sino también es uno de los estados que cuenta con mayor diversidad de flora y fauna. Es por eso que las especies que alberga el Jardín Etnobotánico tienen un significado cultural más allá del biológico.

Aquí no solo colectan, plantan y cuidan las plantas, también hacen todo un trabajo de investigación para la conservación de la flora, ya que cuentan con vivero, herbario, banco de semillas y una biblioteca especializada en la flora y fauna de la región.

En el Jardín Etnobotánico conviven de forma armoniosa el arte y la naturaleza, donde las expresiones artísticas se combinan con el entorno natural de colores y texturas, que a su vez contrastan con la estructura del recinto y crean un paisaje bastante peculiar.

Las claras pruebas de este perfecto conglomerado son el «Patio del Huaje» y la fuente «La Sangre de Mitla«, obras de Francisco Toledo, que se han mimetizado con el entorno, así como la del «Espejo de Cunana» de Luis Zarate y otras tantas de Jorge DuBon, José Villalobos y Jorge Yázpik.

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Servicios y horarios del jardín

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