Los dulces típicos mexicanos han determinado la identidad del país, pues sus diversos sabores son atractivos para nosotros y los turistas extranjeros. Ahora llega la paleta de alacrán, un dulce exótico.

En Durango, las paletas de alacrán se han convertido en una sensación por su apariencia, sobre todo cuando sabemos los riesgos que podría implicar hallar una de estas especies.

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¿Qué es la paleta de alacrán?

En varias zonas del país hay una gran concentración de alacranes. Estas pequeñas especies se caracterizan por contar con un par de pinzas y una cola que es portadora de veneno.

La especie Centruroides suffusus, conocida como “alacrán de Durango” es la más común en la entidad y, por lo general, se encuentra en los asentamientos humanos, incluso hay quienes los tienen como mascotas.

Justo por su abundancia, los alacranes son especies muy características de la entidad, tanto que son utilizados dentro de su gastronomía, particularmente los puedes encontrar en tacos, bebidas o dulces.

La paleta de alacrán es un claro ejemplo que a simple vista parece un poco extraño, pero lucen como un caramelo tradicional, que es más común de lo que piensas.

Además, las paletas de alacrán llaman la atención porque el animal luce completo al interior y está cubierto de caramelo macizo como el de un chupirul.

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El verdadero reto al probar estas paletas se presenta cuando terminas de saborear el caramelo y te acercas al centro a probar el alacrán, que tiene una textura diferente.

Puedes encontrar esta paleta en distintas tiendas de Durango, ferias e incluso en sitios online.