El origen del bolillo: ¡Conoce la historia del pan que se volvió mexicano!

Por: Jasiel E. Angeles Marin (j.angeles@mexicotravelchannel.com.mx)

Recientemente, el nombre de Richard Hart comenzó a circular con fuerza en redes sociales luego de que se difundiera un audio de una entrevista en la que aseguró que en México no existe una cultura del pan.

En dicha grabación, el chef británico, calificó al bolillo como horrendo y afirmó que las tortas mexicanas se elaboran con pan industrial feo, comentarios que rápidamente provocaron indignación entre usuarios, panaderos y especialistas en gastronomía.

Sin embargo nosotros sabemos que eso no es cierto, por eso te contamos la historia de este pan que se volvió parte de nuestra vida diaria y que ha puesto en lo alto a nuestro país.

¡Qué tal una torta… ¿sin bolillo?… ¡Obvio ni al caso!

¡Qué tal una guajolota o un bolillo para el susto!

Curiosamente, el bolillo no nació en México

Su historia comienza lejos, en Europa, y llega al país en un momento clave de transformación cultural, política y gastronómica. Aquí te damos los detalles. 

El bolillo es uno de los panes más consumidos en México y parte esencial de su gastronomía. Aquí se explica su origen, cómo llegó a México y por qué se convirtió en un ícono del día a día.

El bolillo no es prehispánico (¡aunque lo sentimos nuestro!)

Antes de la llegada de los españoles, en México no existía el trigo. 

Las culturas originarias basaban su alimentación en maíz, cacao, frijol y amaranto. 

El pan de trigo llegó tras la Conquista en 1521, junto con nuevos ingredientes, técnicas de horneado y oficios como el de panadero.

Sin embargo, el bolillo como hoy lo conocemos no apareció inmediatamente. Durante siglos se consumieron panes rústicos, grandes y duros, muy distintos al pan blanco y ligero que hoy domina las panaderías mexicanas.

La influencia francesa que cambió la panadería mexicana

Una de las hipótesis más aceptada sobre el origen del bolillo, cuenta que fue introducido a México por Camille Pirotte, uno de los panaderos de la corte de Maximiliano de Habsburgo, fue un archiduque de Austria que se convirtió en el Segundo Emperador de México.

Durante la segunda intervención francesa en México, en enero de 1864, Pirotte llegó a Guadalajara. Este panadero belga que se incorporó como voluntario en el ejército francés

Fue en este periodo cuando se introdujo un pan inspirado en la baguette francesa, pero adaptado a ingredientes locales, hornos mexicanos y gustos nacionales.

La crujiente capa en el exterior, que resguarda el suave y esponjoso interior, es una herencia francesa que sufrió algunos cambios al ser adoptada en nuestro país. 

En cuanto al procedimiento de preparación, la masa utilizada se llama «masa madre» y es originaria de Francia.

Uno de los principales inconvenientes que enfrentó Camille Pirotte fue la falta de levadura necesaria para la preparación del pan.

Tras varias pruebas con un mismo tipo de masa y después de dejarla podrir, descubrió la fórmula.

Pirotte se volvió muy popular y querido por los tapatíos debido a que regalaba a la población el pan que no se vendía después de 48 horas.

De ahí surge el nombre del pan, conocido como birote, pues al no poder pronunciar el apellido del famoso panadero, las personas comenzaron a llamarle birote.

El bolillo es uno de los panes más consumidos en México y parte esencial de su gastronomía. Aquí se explica su origen, cómo llegó a México y por qué se convirtió en un ícono del día a día.

Del pan de mesa al protagonista de la torta

Con el tiempo, el bolillo dejó de ser solo acompañamiento y se convirtió en protagonista. Así nació la torta, uno de los platillos callejeros más emblemáticos del país.

Desde la torta de tamal hasta la cubana, el bolillo demostró su versatilidad y se ganó un lugar en todas las clases sociales, regiones y horarios del día.

El bolillo, que alguna vez fue solo un acompañante discreto, se consolidó como el soporte fundamental de uno de los platillos callejeros más queridos y representativos de México.

Un pan con significado cultural (y hasta emocional)

En México, el bolillo es:

  • El “remedio” popular para el susto
  • Parte del desayuno, la comida y la cena
  • Símbolo de panadería de barrio
  • Elemento clave de la cocina urbana

Incluso ha generado expresiones populares, chistes, memes y referencias culturales que refuerzan su presencia en la vida cotidiana. Aquí te dejo un chiste para que te alegres:

¿Por qué el bolillo es el mejor amigo del mexicano?
¡Porque cuando hay susto, le pone bolillo al bolillo!.

Actualmente, el bolillo sigue horneando de forma artesanal en miles de panaderías del país, aunque también se produce a gran escala. 

El bolillo es uno de los panes más consumidos en México y parte esencial de su gastronomía. Aquí se explica su origen, cómo llegó a México y por qué se convirtió en un ícono del día a día.

A pesar de la llegada de nuevos panes internacionales, el bolillo no ha perdido su lugar, porque se adaptó, evolucionó y se volvió parte de la identidad mexicana.

La próxima vez que partas un bolillo, recuerda que estás sosteniendo un pedazo de historia, un pan que cruzó océanos, se transformó en México y terminó convirtiéndose en uno de los sabores más cotidianos y queridos del país.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

MÁS HISTORIAS