Por: Gustavo Silva González ( g.silva@mexicotravelchannel.com.mx )
¿Por qué comemos 12 uvas en Año Nuevo? Descubre la historia real (no es solo marketing) y conoce 3 viñedos mexicanos ideales para comprar tu vino espumoso este 2026.
Admitámoslo. No hay adrenalina más pura que los últimos 60 segundos del año. Mientras suenan las campanadas, intentamos frenéticamente comer doce uvas sin atragantarnos, pidiendo deseos entre risas y abrazos apresurados.
Es una escena que se repite en casi todos los hogares de México. Pero, entre el caos y la celebración, ¿alguna vez te has detenido a pensar por qué hacemos esto?
¿Es una tradición milenaria? ¿Un invento del marketing?
Si eres de los que ama viajar no solo a lugares, sino también a través de la historia de lo que comemos y bebemos, sigue leyendo. ¡Hoy descorchamos la verdad sobre este ritual y te proponemos brindar con orgullo nacional para recibir el 2026!
¿Marketing o protesta social? El verdadero origen de las 12 uvas
Existe una leyenda urbana muy extendida que dice que esta tradición nació en 1909 en Alicante, España, debido a un excedente en la cosecha de uvas.
Los agricultores, supuestamente, inventaron el ritual para vender el producto sobrante. Aunque esta historia es encantadora (y tiene parte de verdad entre ”lo que se dice”), el origen real es un poco más… rebelde y burgués.
La historia nos lleva al Madrid de 1882. En aquella época, la clase alta española solía beber champán y comer uvas durante la cena de Nochevieja, imitando una costumbre de la aristocracia francesa.
Paralelamente, el alcalde de Madrid impuso un impuesto a quienes quisieran celebrar la llegada de los Reyes Magos en las calles, privando al pueblo de su fiesta habitual.
Como protesta y burla hacia la aristocracia y las restricciones municipales, los madrileños decidieron reunirse en la Puerta del Sol en Nochevieja (donde sí estaba permitido estar) para comer uvas -el producto de los ricos- al ritmo de las campanadas del reloj de correos.
Lo que empezó como una sátira social se convirtió en una costumbre masiva. A México llegó con los inmigrantes españoles y echó raíces profundas, fusionándose con nuestra propia cultura festiva hasta convertirse en el ritual imprescindible que es hoy.
Brinda a la Mexicana… ¡3 viñedos para comprar el vino de tu cena!
Ya tienes las uvas y la historia. Ahora, falta el compañero líquido. Nuestro país produce vinos de calidad mundial, y para el brindis de Año Nuevo, no hay nada mejor que apoyar a la industria nacional.
Aquí te presentamos 3 viñedos mexicanos imperdibles donde puedes adquirir la botella perfecta para decir “¡Salud!” A tus seres queridos:
1. Finca Sala Vivé by Freixenet (Ezequiel Montes, Querétaro)
Si hablamos de burbujas en México, hablamos de Querétaro. Esta región es la reina del vino espumoso gracias a su clima y altitud.
- ¿Por qué elegirlo?: Aunque la marca tiene origen español, su producción en el Bajío es 100% mexicana y de altísima calidad. Se especializan en el “Método Champenoise” (el mismo que se usa en Champagne, Francia).
- La recomendación de MTCH: Busca su línea “Sala Vivé” Brut o Semiseco. Son vinos frescos, con burbuja fina y notas frutales que limpian el paladar, ideales para maridar con la dulzura de las 12 uvas.
2. Casa Madero (Parras de la Fuente, Coahuila)
Beber un vino de Casa Madero es beber historia pura. Fundada en 1597, es la vinícola más antigua de todo el continente americano.
- ¿Por qué elegirlo?: Parras es un oasis en el desierto con un microclima único. Sus vinos tienen carácter, elegancia y una tradición que ningún otro lugar en América puede igualar.
- La recomendación MTCH: Para el brindis, su Casa Madero Gran Reserva 3V es un tinto excelente para la cena, pero si buscas algo para las 12 campanadas, su Chenin Blanc (blanco) es orgánico, vibrante y con una acidez perfecta para iniciar el año con frescura.
3. Monte Xanic (Valle de Guadalupe, Baja California)
Viajamos al noroeste, al corazón del vino mexicano moderno. Monte Xanic fue pionero en poner a México en el mapa internacional del vino premium.
- ¿Por qué elegirlo?: Representan la innovación y la sofisticación. Si tu cena de Año Nuevo es elegante, esta es la etiqueta que debe estar en la mesa.
- La recomendación MTCH: Su Gran Ricardo es legendario, pero para el momento del brindis, te sugerimos su Rosé (hecho con Grenache). Es un vino de un color lindo, con notas a frutos rojos y flores, que se ve espectacular en la copa y sabe aún mejor.
¡Feliz 2026!
Este fin de año, cuando suenen las campanadas, no solo estarás comiendo una fruta; estarás participando en una tradición histórica de unión y esperanza. Y qué mejor que hacerlo con una copa de vino mexicano en la mano.
En Mexico Travel Channel te deseamos viajes increíbles, rutas inexploradas y mucha salud para el año que comienza.
¡Cuéntanos en nuestras redes sociales si tú también haces este ritual de las uvas y, comparte este artículo con quien vayas a brindar!
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