Tlaxcala, el estado más pequeño de México, es también uno de los más ricos en historia, cultura y tradiciones. Su capital, Tlaxcala de Xicohténcatl, ofrece un encantador centro histórico con arquitectura colonial, museos y templos que narran el pasado indígena y virreinal de la región. En sus alrededores, se pueden visitar sitios arqueológicos como Cacaxtla y Xochitécatl, que conservan coloridos murales y vestigios de antiguas civilizaciones. Además, durante los meses de verano, los campos de Tlaxco se visten de color con la temporada de luciérnagas, un espectáculo natural único. Su gastronomía tradicional y la calidez de su gente hacen de Tlaxcala un destino auténtico, ideal para quienes buscan cultura, naturaleza y tranquilidad.