Entre las maravillas que podemos encontrar en Puerto Escondido está la Fundación Casa Wabi, un espacio dedicado a despertar el espíritu colectivo entre los artistas residentes y las comunidades más cercanas. Un punto de encuentro donde convergen las ideas, surge el diálogo y la convivencia.
Para lograr todo este intercambio de conocimientos y trabajo social, primero se realizó un estudio encabezado por la antropóloga Denisse Lechner y el historiador Genaro Guevara, quienes además, son miembros activos de la región.
Con la información que obtuvieron, se diseñaron programas colaborativos con escuelas, artesanos, cooperativas y varias comunidades de la Costa Chica de Oaxaca.
Te puede interesar: 3 cosas que Oaxaca nos ha regalado
Casa Wabi crea comunidad
Ha sido tan productivo este encuentro, que a la fecha han recibido aproximadamente 100 residentes que provienen de 21 países, quienes, a través de su pasión, creatividad y entusiasmo, han desarrollado más de 80 proyectos, logrando así el beneficio de más de 2 mil 500 comunidades.
Tan importantes es su función, que ahora se está buscando rescatar y revalorar las lenguas locales, la memoria oral y la historia colectiva. Pero además, fomentan el diálogo y la discusión para analizar los problemas de género e identidad y para impulsar la economía local, por medio de los oficios de la población.
Asimismo se interesa porque las mismas comunidades se conviertan en los guardianes de sus recursos naturales, para que protejan la biodiversidad característica de esta región y puedan desarrollar una vida sustentable.
Un acercamiento y trabajo con las distintas comunidades que se ha logrado por medio de distintas disciplinas artísticas, pláticas, talleres y publicaciones; que también ha permitido explorar otros proyectos, donde los habitantes tienen una forma de exponer sus inquietudes, ideas e identidad. Todo esto es Casa Wabi.