zacatecas con cuatro garnachas

4 garnachas para saborear Zacatecas

Ante una disyuntiva: si tuvieras que quedarte con una sola opción, ¿cuál de las cuatro garnachas elegirías? Vaya pregunta que nos hacen a quienes somos de buen diente, sobre todo si se trata de paladear antojitos y, mucho mejor si son de Zacatecas.

Ya que nos la pusieron difícil, qué te parece si nos vamos adentrando en cada una de estas delicias, para que estés listo para emprender el viaje hacia alguno de los destinos que ofrece el estado, ahora que las condiciones sanitarias permitan turistear con seguridad.  

Zacatecas nos revela sus garnachas 

1. Las Brujitas 

Sigue la ruta hacia el Pueblo Mágico de Sombrerete para probar esta propuesta considerada como lo más representativo de la gastronomía local. Se trata de sabrosas empanadas de maíz fritas en aceite y rellenas de carne deshebrada, frijoles o papas con queso.

Su origen se le atribuye a Carlos Bustos Hectorne, quien fue el creador de la receta. La venta la realizaba en las calles del municipio, donde los mismos clientes las bautizaron; como se terminaban enseguida, exclamaban: ¡vuelan como brujas! Así comenzó esta herencia culinaria

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2. Tortitas de Malpaso

Cumplieron 100 años de deleitar no sólo a los zacatecanos, también a todos los curiosos que saben sobre su existencia, quienes se han dado su rol hasta la carretera de Malpaso Villanueva y, ¿qué crees? Pues quedan extasiados del sabor tan característico de su proteína y harina, únicas en todo el país. 

Son pequeños panes rellenos con bolitas de chorizo fresco, ¡pero qué chorizo, caray! Solo hay que acompañar el manjar con unos chilitos serranos en vinagre —que también preparan en el local—, más tu refresco de preferencia.

El concepto lo creó su primer dueño, un español de nombre Manuel Llamas, quien lo heredó a uno de sus empleados, padre de Edilberto, el actual amo y señor de la tortería. 

3. Taco envenenado

Y sí, son todo un veneno lleno de placer al paladar, el cual comenzó a tener efecto desde 1940, a través de la sazón de Lauro, un vendedor de tacos en un pequeño local cercano a la estación del ferrocarril de la ciudad zacatecana. 

Los más populares eran de tortilla grande rellena de frijoles con papa, queso y chorizo, ingredientes que después de sumergirse en manteca —para ofrecer una consistencia dorada—, realzaba notablemente su sabor.

Su nombre fue producto del humor que caracterizaba al creador, quien hacía publicidad con la frase: «si quiere envenenarse, coma tacos». Desde entonces a esta delicia se le conoce como taco envenenado.

4. Tostadas de Jerez

En este Pueblo Mágico, son el antojito clásico que se puede encontrar en locales y puestos callejeros. Consiste en una tortilla artesanal dorada que se sumerge en salsa —de preferencia roja y picosa— para después agregarle carne de puerco picada o cueritos; si la pides campechana, también te la preparan.

Los lugareños cuentan que el gusto por esta botana empezó en la década de 1950, cuando una mujer llamada Ildefonsa Hernández comenzó esta tradición, que con el tiempo dio paso a El Festival de la Tostada, el cual se celebra desde 2010 en este municipio de Zacatecas.