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Observatorio de Xochicalco, el telescopio natural de los ancestros

Para explorar el Observatorio de Xochicalco -también conocido como Cueva de los Amates o Gruta del Sol-, primero hay que adentrarnos a la construcción de esta ciudad prehispánica, la cual se hizo sobre dos colinas: el Cerro de los Tres Lóbulos o Xochicalco y el Cerro La Bodega o Coatzi.

De acuerdo con los expertos, ambos colosos alcanzan mil 350 msnm y están 120 metros arriba de los valles aledaños. El Cerro de Xochicalco fue intervenido para convertirse en una pirámide y se dice que la zona abarcó el periodo del siglo VII al XI.

Es en la Plaza Principal donde se ubica una plataforma que alberga el brocal y chimenea del observatorio y un edificio con tres cuartos que tienen de frente el único templo con orientación y escalera hacia el norte. Para llegar hasta esta, que es la Gruta del Sol, los xochicalcas entraban a través de la Cueva 18, que está a unos metros del Juego de Pelota Norte.

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Detalles del Observatorio de Xochicalco

La construcción del Observatorio de Xochicalco se integra por un ducto hexagonal, mediante el cual entra la luz de manera cenital, fenómeno que sucede solo unos meses: de finales de abril a mediados de agosto. 

A través de un comunicado en la página de la Secretaría de Cultura, se explia que las evidencias arqueológicas que se tienen, indican que la observación no se hacía directamente sobre el ducto, sino mediante un sistema formado posiblemente por un depósito de agua, que permitía realizar la visión del objeto por reflejo.

Esto es posible, gracias a la forma en cómo está construido el Observatorio de Xochicalco, el cual permite que la caída de luz funcione como un lente. Otra de las evidencias que se encontraron, es un disco de cerámica que coincide en diámetro con el de la chimenea, el cual se piensa funcionaba como obturador.