templo de kukulcán

¿Por qué no se puede subir el templo escalonado de Kukulcán, en Chichén Itzá?

Hace unos días conocimos a “Lady Chichén Itzá”, una mujer de 29 años de nombre Abigail, quien debido a su falta de educación y actitud déspota, se convirtió en tendencia de redes sociales.

Su delito fue subir por su cuenta los 91 escalones del templo de Kukulcán en la zona arqueológica de Chichén Itzá, Yucatán el pasado lunes 21 de noviembre.

La turista, originaria de la ciudad de Tijuana, creyó que sería una buena idea desobedecer las reglas del Instituto Nacional de Antropología e Historia y ascender por la escalinata para tener una mejor vista del lugar. Esto ocasionó la molestia de los cientos de personas que se encontraban en la zona arqueológica.

Una vez en la cima, la mujer se burló, realizó un baile y extendió sus brazos al cielo para demostrar que había logrado su cometido. No obstante, al momento de descender de «El Castillo», fue detenida por un guardia de seguridad.

Cuando la mujer fue escoltada para retirarla del lugar, el enojo de los demás turistas fue grande y la despidieron con gritos, le aventaron agua y le jalaron el cabello. Seguramente viste el video en redes sociales, y es por eso que te diremos por qué no se puede subir al templo prehispánico, y qué pasa cuando alguien lo hace.

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¿Por qué no se puede subir al templo de Chichén Itzá?

Desde el 2008 quedó prohibido el acceso a turistas para escalar el templo de Kukulcán. La razón principal fue para que la estructura se conserve lo mejor posible y continúe como uno de los atractivos turísticos más importantes de Yucatán y de México. Otra de las razones para que se impidiera subir las escaleras, fue para evitar accidentes.

¿Qué sucede si alguien decide escalar la estructura prehispánica?

Si alguna persona, sea nacional o extranjera, sube la pirámide de Chichén Itzá, se hará acreedora de un castigo, que está especificado en el artículo 47 de La Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.

Allí se lee que a quien realice modificaciones o ingrese sin la autorización del INAH a dichos monumentos, se le impondrá una sanción de tres a 10 años de prisión, eso aparte de una multa, que va de los 50 mil a los 100 mil pesos, dependiendo del daño que se cause a la estructura.

En el caso de “Lady Chichén Itzá”, únicamente pagó 5 mil pesos, debido a que no causó daños en el templo maya.

De igual forma, en el artículo 52 de la misma Ley se menciona lo siguiente: «al que por cualquier medio dañe, altere o destruya un monumento arqueológico, artístico o histórico, se le impondrá prisión de tres a diez años y multa hasta por el valor del daño causado».

Finalmente, el artículo 55 indica que la sanción monetaria por invadir un monumento histórico puede ser desde los doscientos a mil días de salario mínimo. Tomando en cuenta que el salario mínimo actual en México es de $172.87 pesos, la multa sería aproximadamente de 34 mil 400 pesos hasta 172 mil pesos.

Escalinata de Kukulcán

Definitivamente la acción de aquella turista en Chichén Itzá se prestó no sólo para la indignación, son también para hablar sobre el respeto que se merece nuestro legado prehispánico.

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