Una vez que el café es recolectado y se deja secar, puede tener diversos procesados que influirán directamente en la taza final. Aunque este proceso puede influir en el sabor, también es cierto que a veces no sólo se persigue ese resultado final, sino que dependerá de los recursos económicos del agricultor para elegir algún tipo de proceso, ya que algunos requieren mayor infraestructura. Es así como de ello salen diversos tipos de café.

 

A continuación te damos a conocer cómo se puede clasificar el café según esos cultivos y procesos:

Secado natural

Podría parecer el método más sencillo pero no lo es. Esta etapa sólo consiste en dejar secar los frutos rojos hasta alcanzar un 10 a 15% de humedad. El secado tardará entre 2 a 3 semanas y se debe estar mezclando constantemente para que el secado sea uniforme.

Lavado o húmedo

Para este proceso se necesita una máquina despulpadora, que tal como su nombre lo indica, quita la pulpa del fruto maduro, después se echa a tanques de fermentación, se lava para terminar de quitar la pulpa y se deja secar de 1 a 3 semanas dependiendo del clima.

Semilavado

Para este proceso, los pasos del segundo se repiten. Sólo que en el caso del lavado, también se cuenta con maquinaria que puede lograr el producto final en tan sólo 40 horas con una secadora industrial que caliente a una temperatura de 40 grados.

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Honey

Este proceso, ya sea en máquina o natural se deja un poco de pulpa y el secado se realiza con un pergamino. Se le conoce con este nombre por la cantidad de miel que proporciona el pergamino.

Por último, el café de especialidad también tiene que ver con procesos, pero para poder ser designado como tal tiene que tener un estándar de calidad en cada uno de ellos además de comprobar que su forma de realización es amigable con el ambiente.