Resulta que Casa Prunes, uno de los edificios más célebres de la Roma, por su arquitectura Art Nouveau y porque en su interior oculta uno de los lugares del momento, un bar estilo Gatsby, que causa sensación entre sus visitantes.
Micca Rosseau, el famoso mixólogo y empresario es quien lidera este proyecto que mezcla lo mejor de la coctelería y gastronomía, en uno de los espacios más simbólicos del barrio, con una atmósfera y diseño que terminan por ofrecer una de las mejores experiencias inmersivas de estos tiempos.
En este rincón culinario se observa una barra con una estructura que hace girar las botellas, en dirección a las manecillas del reloj, además posee salones en rosa, que hace vibrar un escenario similar al The Great Gatsby.
Cuando visites Casa Prunes te adentraras en un inmueble que data de 1916, construcción del despacho de arquitectos Prunes; de imponente diseño por sus formas onduladas y relieves en cantera, detalles representativos del Art Nouveau.
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¿Qué ofrece Casa Prunes?
Una vez que se sometió a varias remodelaciones, ahora Casa Prunes ofrece dos salones privados, el bar principal en al patio de la casona, que se caracteriza por su techo retráctil, ideal para noches veraniegas.
Pero también cuenta con otro bar más pequeño, que se ubica al final del pasillo. De acuerdo con los administradores, próximamente inaugurará un speakeasy, con una propuesta completamente distinta a lo que se experimenta en la parte baja de la Casa Prunes.
Además, este lugar esconde un salón de fermentos, un bar de puros para los socios del lugar y un salón de catas. Otro de los puntos que todo mundo resalta es su barra, dirigida por la reconocida mixóloga, Mafer Tejada, un espacio que experimenta con fermentos, licores caseros, destilados, sodas y vinos, además de sus propias champagnes.
Otro de los elementos cuidadosamente creados en Casa Prunes fue su menú, el encargado fue el chef Christian Ramírez, quien se esmeró por ofrecer exquisita carta o degustación de cinco tiempos con maridaje de coctelería. Entre los platillos destaca el camarón asado en Hibachi acompañado del cóctel suerito de Mazatlán y el cordero con Jus infusionado con vainilla y chícharo, que va con un Martini Doré.
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