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Río Lagartos, un pueblo rústico para gozar de la vida en Yucatán

El deseo de conexión con la Madre Tierra está a 2 horas de hacerse realidad, si comienzas el viaje desde la ciudad de Mérida hacia Río Lagartos, el pueblito rústico que sabe combinar a la perfección la tranquilidad con la aventura que ofrece la naturaleza que le rodea. Así que después de la emergencia sanitaria actual, hay que agendar esta visita a este increíble destino de Yucatán.  

Esta pequeña localidad es el punto de encuentro para todos los amantes del ecoturismo, desde ahí se parte hacia la Reserva de la Biósfera Ría Lagartos, hábitat del flamenco rosado y de una vasta biodiversidad que atrae a los viajeros nacionales y extranjeros.

Además, es la zona costera elegida por las tortugas blanca, verde y carey, que cada año llegan a desovar en su tibia arena. Sin embargo, no son las únicas especies que buscan su territorio como refugio, pues más de 250 aves anidan en este destino, así que su observación es una actividad muy disfrutada por turistas y viajeros.

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Las maravillas de Río Lagartos

Es la vía de entrada al magnífico ojo de agua llamado Chiquilá, ideal para refrescarse mientras disfrutas paisajes naturales insólitos. Gracias a que posee una gran cantidad de flora y animales que son propios de la región, fue declarado como Refugio de Fauna Silvestre.

Sus playas de arena blanca deslumbrante te invitan a pasar unas horas para tomar el Sol y nadar en su mar lleno de tranquilidad. También es el punto de encuentro con Las Coloradas, que invitan a descubrir sus aguas rosadas, manglares y dunas costeras.

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El día no puede concluir sin un Baño Maya, que consiste en envolver al cuerpo con el fango de las aguas del puerto, una manera de exfoliar la piel de forma natural, por sus altas concentraciones de minerales, sales y azufre.

En los restaurantes de Río Lagartos, la gastronomía local espera deleitar tu paladar con platillos típicos como los papadzules, pipián de cerdo, puchero de gallina, mucbil y joroches, entre otros.

Por último, hay algunos postres tradicionales, entre los que destacan el ciricote, cocoyol en almíbar, arepas, calabaza melada y mucho más.