Si andas por la ciudad de Oaxaca tienes que darte una escapada a Cieneguilla, un paraje sin igual creado por los pueblos de San Gabriel y San Miguel Etla, que además de ofrecer impresionantes paisajes silenciosos, también tiene fama por su gran lago y una diversidad de actividades de aventura que permite practicar.
Se localiza a solo 40 minutos de la capital del estado, así que no hay pretexto para adentrarse hasta su territorio de gran importancia histórica, pues cuentan los cronistas que fue un punto de encuentro donde se desarrolló la resistencia cultural ante la llegada de los españoles.
Además comparten que a Cieneguilla se le conoció en épocas pasadas como ñu savi, que en mixteco quiere decir pueblo de la lluvia. Su nombre actual se refiere a que su territorio estaba lleno de ciénagas, que son cuerpos de agua estancados.
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A explorar Cieneguilla
El primer encuentro que tienes al llegar a Cieneguilla es su laguna, misma que se puede recorrer en lanchas que yacen a la orilla, aunque hay un extremo que se puede hacer a través de una tirolesa, o ser rodeada con un paseo en bicicleta.
Para los que dominan la bicicleta de montaña, el terreno sinuoso de sus bosques es un elemento provocador para pedalear a toda velocidad, mientras se sortean obstáculos a lo largo de su camino.
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Otras grandes opciones para seguir descubriendo su magia es contemplar el lugar desde sus miradores y cascadas se ubican entre la espesura de sus árboles. Si todo esto abrió tu apetito, espera a degustar la cocina local en sus restaurantes, donde además encontrarás lo más típico de la gastronomía oaxaqueña.
También ofrece hospedaje de cabañas, para aquellos que deseen seguir disfrutando de Cieneguilla, un lugar rodeado de bellos paisajes, acompañado de eternos silencios para pasar una noche agradable, tranquila y llena de estrellas para observar.