La Reserva de la Biósfera de Mapimí es un área natural protegida ubicada en las fronteras que unen los estados de Chihuahua, Coahuila y Durango. Es uno de los lugares más imponentes del norte de México, su peculiar paisaje semidesértico te cautivará desde el primer momento.
Famosa porque allí se ubica la conocida Zona del Silencio, la Reserva de la Biósfera de Mapimí es un popular y enigmático sitio rodeado por un halo de misterio, ideal para apreciar el cielo colmado de estrellas.
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Conoce el #PuebloMágico de Mapimí en #Durango y explora la fantástica Reserva de la Biosfera Bolsón.
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Biodiversidad increíble
La Reserva de la Biósfera de Mapimí es el hogar de diversas especies animales y vegetales. En la mítica Zona del Silencio puedes encontrar un nopal color violeta que ha atraído a amantes de la botánica y a miles de curiosos.
Es el hábitat de diversas cactáceas y matorrales, así como de reptiles como la tortuga de Mapimí o tortuga del Bolsón; también hallarás aves como búhos, halcones, venados, liebres, conejos y más.
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Una extensión de tranquilidad
Al poseer un clima un tanto hostil, la Reserva de la Biósfera de Mapimí no es sede de una gran cantidad de actividades turísticas, pero los más atrevidos pueden acampar —cuando las condiciones sanitarias lo permitan—, realizar astroturismo y obtener miles de fotografías de paisaje, flora y fauna.
Si eres amante de las motocicletas, los caminos de esta región son perfectos para recorrerlos en estos potentes vehículos de dos ruedas. Puedes trasladarte a los pueblos cercanos para descubrir diversos rincones.
En territorio duranguense se encuentra el pueblo Mapimí, que te ofrece una exquisita gastronomía —como gorditas y menudo—. A pocos kilómetros se ubica Ojuela, una localidad donde aprenderás su historia si visitas el Museo Comunitario o, si lo prefieres, podrás darte una dosis de adrenalina en la mina de Santa Rita, con todo y tirolesa.