Uno de los principales atractivos de Villa de Jiménez, en Michoacán, es la famosa Alberca de Los Espinos. Se trata del cráter de un volcán extinto donde ahora existe un ojo de agua, que presume de tonalidad que cambia de un verde esmeralda a un azul turquesa, de acuerdo a la temporada.
Desde 2003 fue decretado como Área Natural Protegida, ubicada a hora y media de la ciudad de Morelia. Su cráter pertenece a un sistema de formaciones volcánicas denominadas axalapascos, enormes depósitos de agua que ayudan a regular el clima de la región.
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¿Qué se puede hacer en la Alberca de los Espinos?
Sin duda, la Alberca de los Espinos resulta ser un destino de ensueño desde sus aguas profundas que se enmarcan por un exuberante bosque, refugio de una notable biodiversidad que caracteriza a la zona, así que se puede observar interesante flora integrada por nogalillos, colorines, zapotes, copales y capulines.
También alberga un Bosque de la Galería con frondosos sauces, fresnos y muchos arbustos. Mientras su fauna está compuesta por zorros, tlacuaches, venados, gatos monteses y una gran cantidad de aves. Todo en su conjunto crea una atmósfera seductora, para pasar unos días sumergido completamente en la naturaleza.
En la Alberca de los Espinos se pueden realizar senderismo y nado libre. Acceder a su cráter es gratis, sin embargo, los lugareños agradecen una cooperación voluntaria, que los ayuda a conservar el lugar, al cual cada año llegan a dejar ofrendas, pues se convirtió en un lugar de culto a Santa Teresa.
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