Museo Tatsugoro, el recinto que enorgullecería al Señor Miyagi

El Museo Tatsugoro se encuentra en el Fortín de las Flores, en Veracruz.

Museo Tatsugoro, el recinto que enorgullecería al Señor Miyagi
Foto: dalila.flores.54966/Instagram

El museo adquiere su nombre en honor a Tatsugoro Matsumoto, jardinero japonés que llegó a México en 1890 en su búsqueda por llegar a Perú, pero se dio cuenta que en el territorio nacional había un especial aprecio por las plantas, además de ingresar el primer bonsái y las jacarandas al país.

Como ya se mencionó en la historia de las jacarandas, en la CDMX hubo un intento por plantar árboles de cerezo; sin embargo, tras la venía de Álvaro Obregón se plantaron jacarandas en las avenidas principales de la capital.

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Tatsugoro fue uno de los primeros emigrantes que arribó a América Latina, principalmente a Perú tras invitación de Óscar Heeren para crear un jardín japonés en la ciudad de Lima.

Allí conoció a un rico hacendado y minero de origen mexicano, José Landero y Coss, quien quedó fascinado con el trabajo de Matsumoto, por lo que lo invitó a su Hacienda de San Juan Hueyapan, en Hidalgo, para que creara un jardín igual de imponente que el de Perú, hasta que murió a los 92 años, debido a problemas del corazón, en su casa de la Ciudad de México.

En 2008, el empresario Miguel Ros Sánchez fundó el Museo Tatsugoro, en honor a Matsumoto, en el Fortín de las Flores, Veracruz. Ros Sánchez es un hombre que creció rodeado de la naturaleza y desarrollando labores del campo, de ahí nació su afición por las plantas y árboles pequeños (bonsáis) y tras varios años y uno que otro sinsabor abrió su museo, luego de solicitárselo al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

Este recinto está dedicado al papel del bonsái en México y Latinoamérica, cuenta con una colección de 700 plantas de 100 diferentes especies a lo largo de una extensión de mil 500 metros cuadrados, donde además hay ahuehuetes, olmos, camelias, jacarandas, entre muchas otras plantas y árboles provenientes de diferentes partes del país.

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En el Museo Tatsugoro también se exhiben los diferentes tipos de bonsái que existen: shito, mame, chumono, omono y hachiuye. También se imparten talleres sobre el cuidado de estos pequeños árboles.

Entre sus diferentes tipos de bonsáis destaca el denominado «Águila Azteca», el cual tiene más de 500 años de edad y se ubica dentro de un domo para su cuidado y protección.