El estado de Baja California cuenta con Las Arenitas, un humedal donde hay una planta de tratamiento de aguas residuales, un bosque y un parque fotovoltaico.
Las Arenitas se ha convertido en un oasis desértico de Baja California, con más de 605 hectáreas de superficie, 120 reforestadas, y un humedal que da albergue a bastantes especies endémicas y migratorias, convirtiéndose así en punta de lanza en el cuidado ambiental.
Este humedal artificial se ubica en el kilómetro 23 de la carretera Mexicali-San Felipe, en Baja California, y es una maravilla ecológica: convierte aguas residuales en aguas limpias, para dar vida y colorido a esta zona árida.
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Este humedal artificial beneficia a casi 880 mil 364 personas, gracias al saneamiento total de las aguas residuales provenientes de las alcantarillas de la ciudad. La planta de tratamiento abarca un total de 33 hectáreas.
De acuerdo con la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Mexicali, el total del agua vuelve a ser utilizada, lo que equivale al rescate de 29.8 millones de metros cúbicos anuales.
La planta de tratamiento de aguas residuales cubre y beneficia a 45% de la población de Mexicali, al mismo tiempo trata 100% de aguas residuales que ingresan a la red de alcantarillado sanitario de la ciudad, lo que permite la reutilización de todo el volumen de líquido tratado.
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Más de 30% del agua tratada en Las Arenitas sirve para recargar los niveles del río Hardy, los cuales bajaron de forma considerable; estos volúmenes líquidos están dedicados al uso ambiental, un poco más de 22% se utiliza en el riego de cultivos de forrajes y mezquites, y 2.94% se usa para el riego de áreas verdes y un poco más de 17% lo consume la industria local.
Opciones ambientales con el humedal
A la par del humedal se desarrolló el parque ecológico, el cual se convirtió en un refugio de diversas especies nativas como la víbora de cascabel, reptiles, felinos, perritos de la pradera, iguanas y demás especies migratorias.
Asimismo, posee una central eléctrica fotovoltaica con la cual se cubre el consumo energético de la planta de tratamiento, lo que ha reducido sustancialmente la dependencia de la red eléctrica.
El humedal funciona gracias al río Colorado, cuyas aguas son bombeadas hasta la planta de tratamiento; posteriormente, se distribuye en terrenos áridos del volcán Cerro Prieto, donde se lleva a cabo el proceso de purificación. Finalmente, pasa al humedal, donde se cumple el ciclo de filtración.
Este humedal artificial comenzó a funcionar en 2007, pero su obra finalizó en 2014.