La Zona del Silencio, en Durango, de por sí enigmática, cuenta con una singularidad como ninguna otra: el nopal Opuntia violacea, el cual se torna color violeta durante la temporada de heladas. Por obvias razones, esta cactácea ha despertado el interés de viajeros nacionales y extranjeros.
De acuerdo con Larousse Cocina, «nopal» es el nombre otorgado a las plantas del género Opuntia, las cuales son originarias de América. La Opuntia o nopal es una cactácea con tallos o pencas tiernas, de forma ovalada, carnosa, con espinas y posee un líquido mucilaginoso conocido como «baba».
Producen las frutas llamadas tuna (dulce) y xoconostle (ácida). En México existen entre 65 y 100 especies, ya sea silvestres o domesticadas. Una de éstas habita en esta región de Durango y atrae a decenas de visitantes a este desierto para admirar su peculiar colorido.
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¿Nopal color violeta?
Aunque se piensa que su tonalidad violeta proviene de otro planeta, en realidad esta especie vegetal se encuentra expuesta a cambios de clima sumamente bruscos, que van desde heladas hasta sequías durante el invierno, conservando su color hasta la primavera.
Este nopal puede alcanzar 1.5 metros de altura, da flores amarillas y su fruto es de color magenta, el cual le da un mayor atractivo visual. Sus palas son más o menos alargadas y toman una coloración entre azul y violeta.
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Zona del Silencio
El hogar de la Opuntia violacea es la famosa Zona del Silencio, origen de diversas historias y mitos. Se cuenta que Athena, un cohete de la NASA, perdió el control y cayó en esta área, provocando que las autoridades de Estados Unidos se movilizaran para encontrar el artefacto. Sin embargo, sólo semanas después lograron hallarlo mediante un fuerte dispositivo de seguridad, hecho hipotético que desencadenó un sinfín de historias y rumores.
Esos rumores han despertado el interés de los viajeros que no sólo se dan cita para disfrutar de sus coloridos nopales; también se dice que en la Zona del Silencio hay actividad ovni debido a la supuesta existencia de un vórtice magnético, que provoca ionizaciones en la atmósfera y bloquea las ondas de radio.
La Zona del Silencio forma parte de la Reserva de la Biosfera del Bolsón de Mapimí, por eso posee una enorme riqueza de flora y fauna, entre las que destacan especies en peligro de extinción como la tortuga del Bolsón, el águila de cola roja, el halcón pálido, entre otras.
