En el corazón de la Costa Chica de Guerrero se ubica la Iglesia de Ometepec, uno de los principales atractivos de la localidad, cuya construcción colorida llama la atención a primera vista y atrae a todo aquel que la mira.
La Iglesia de Ometepec es una joya arquitectónica y de gran valor religioso, que se camufla perfectamente con el azul intenso del cielo y se esconde entre las nubes.
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Su nombre oficial es Catedral de Santiago Apóstol, y venera al santo patrono del mismo nombre. Su belleza y magnificencia es el fiel relejo de los orígenes de Ometepec, cuyo primer registro data de la época de la colonia, cuando los españoles llegaron a esta región guerrerense.
Iglesia de Ometepec, una porción de cielo
Su diseño y construcción son espectaculares, colocándose como uno de los santuarios o templos religiosos más lindos y pintorescos de Guerrero. Destacando su impresionante fachada azul, compuesta por una portada de estilo neoclásico con cuatro nichos donde se postran efigies de diversos santos.
A los costados, dos columnas sobresalen de entre toda la construcción. Cuenta con un acceso principal y dos estructuras a los costados que fungen como accesos auxiliares, pero lo que verdaderamente llama la atención son sus imponente torres que simulan tocar el cielo y perderse en él. Cada una con cuatro niveles y una pequeña cúpula en su parte más alta.
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Su interior es de una sola nave y alberga diversos tesoros religiosos, como lienzos, imágenes, santos, una pequeña capilla y una impresionante cúpula, adornada con múltiples grabados.
La fiesta de Santiago Apóstol se celebra los días 24 y 25, por lo que la Iglesia de Ometepec se viste de gala y recibe cálidamente a los fieles creyentes que se dan cita en esta destino para disfrutar de una verbena popular, llena de danzas, antojitos y demás espectáculos.