Una experiencia culinaria inigualable se vivió el pasado 2 de noviembre, cuando El Dorado Spa Resorts presentó “Cena a 4 Manos”, una iniciativa que eleva la alta gastronomía a su máxima expresión.
Esta velada combinó el talento del renombrado chef Enrico Cerea, en representación de los Hermanos Cerea, distinguidos con tres estrellas Michelin, y la creatividad del chef Franco Maddalozzo, Director culinario de El Dorado Spa Resorts.
Pero primero hablemos del concepto del evento, una cena a 4 manos es una función donde se unen dos chefs de renombre, uno local y otro que viene de visita, para crear un menú único,, a menudo combinando sabores, ingredientes y técnicas sobre las que han forjado su reputación.En pocas palabras, se unen para hacer una colaboración sensorial.
El chef local fue Franco Maddalozzo, originario de Italia y con más de 40 años en la industria hotelera y gastronómica, experto en gestión de alimentos y bebidas.
Ha trabajado en establecimientos cinco estrellas en Europa, África, Asia y América. Además, ha participado en eventos como el Aspen Food & Wine Festival y el Miami South Beach Food Festival; y también ha realizado eventos en lugares icónicos como Karnak, Skibo Castle y Masai Mara.
Sin duda, uno de sus más grandes logros es ser el creador de la cocina Med-Mex, en la que se combinan sabores del mediterraneo con lo más mexicano.
El chef invitado fue Enrico “Chicco” Cerea, primogénito de cinco hermanos y que creció en el restaurante Da Vittorio en Bérgamo, donde desarrolló su pasión por la gastronomía bajo la guía de sus padres, lo que fortaleció la unión familiar y que ha llevado al restaurante a ganar tres estrellas Michelin desde 2010.
Él se distingue por el uso de ingredientes locales y estacionales, y su interpretación contemporánea de la gastronomía italiana.
Además, ha tenido el honor de cocinar para grandes personalidades como Bill Clinton, la reina de Inglaterra y Barack Obama.
La experiencia de la Cena a 4 Manos
El Dorado Royale es un Spa Resort solo para adultos, se encuentra a solo 30 minutos del Aeropuerto Internacional de Cancún en la carretera hacia Playa del Carmen y forma parte de Lomas Hospitality.
Este complejo turístico es una oda a la sofisticación, donde la alta cocina se fusiona con suites de ensueño, ofreciendo vistas que capturan la esencia del jardín y el espejo de agua de las albercas, hasta llegar a la majestuosidad del mar Caribe.
Cuenta con 9 bares y 13 restaurantes, de los cuales “Fuentes”, que es un teatro culinario, fue el spot perfecto para el evento del que hablamos.
A las 7 PM comenzó el cóctel de bienvenida, con un clima caluroso pero que refrescaba con la lluvia que duró unos minutos y el carajillo con esencia de cempasúchil que deleitaba a todos los que se iban congregando en la entrada del restaurante.
Desde que entramos se sintió otra atmósfera, pantallas, música en vivo y una barra donde los protagonistas trabajaban, mostraban y te platicaban todo lo que iba sucediendo con un tinte de show al estilo Iron Chef America.
La cena fue de 8 tiempos en los que cada platillo te llevaba por diferentes momentos y lugares de Italia, incluso uno por México pues se notó la manó del chef Maddalozzo.
Menú
Pepita de Parmesano 101 meses
Falsa aceituna de Bérgamo
Spaghetti de Atún, “Bagna Cauda”, Crumble de Pistachos
Paccheri a la Vittorio
Bogavante, Escamoles y Huitlacoche
Coco y Trufa
Ternera Wellington, Salsa Perigord, Hongos Morillas
Cannoncino
Gioconda, dedicado a la mamá
Y con un maridaje de 7 vinos, tanto italianos como mexicanos, y un tequila, que en orden fue así:
Maridaje
Piper Heidsieck Brut, Champagne
Piper Heidsieck Brut, Champagne
Lunelli “Ferrari” Brut, Trento DOC, Trentino
El Cielo “Lyra” Pinot Noir-Chardonnay, Valle de Guadalupe, Baja
Primosic Skin Friulano, Collio DOC, Friuli Venezia Giulia
El Cielo “Perseus” Nebbiolo-Sangiovese, Valle de Guadalupe, Baja
Casa Dragones Reposado “Roble Mizunara”, Tequila, Jalisco
Donnafugata “Ben Eye” Passito di Pantelleria DOC, Isla de Pantelleria, Sicilia
El toque especial y hasta un poco sentimental, lo dio el platillo “Paccheri a la Vittorio”, que no es más que una pasta hecha a mano con salsa de tomate y queso parmesano-
De hecho, es una receta familiar que ni siquiera está en el menú pero todos lo piden porque ha sido perfeccionada al encontrar y usar los mejores ingredientes.
Al final, los comensales no solo terminamos extasiados de tantos sabores que nos dieron una experiencia sensorial única, sino también con una satisfacción por la cercanía de los chefs, quienes se encargaron de pasar a cada a mesa a conversar un poco, entregar algunos platos y repartir el cannoncino a cada uno. de los asistentes.
Fue algo diferente que, sin duda, un amante de los viajes, la alta cocina y hasta la teatralidad, disfrutaría aquí, en Italia o en cualquier parte del mundo.