Si aún no sientes pasión por los libros, seguramente con este recorrido provocaremos un cambio en tu sensibilidad, porque vas a desear conocer en persona estas bibliotecas que, además de recibir a entusiastas visitantes, también refugian las obras de grandes maestros de la literatura, verdades piezas de arte que son el testimonio de una historia intelectual pasada.
La creación de un noble
Una de las bibliotecas consideradas como majestuosas es la que se ubica en el Castillo Château de Chantilly en Francia. Pero para comprender su concepción, primero hay que conocer a la mente maestra detrás de todo el acervo que atesora este palacio.
Su nombre era Henri d’Orléans, hijo del último rey de este país, Luis Felipe. El príncipe, fue el mayor coleccionista de su tiempo, hizo de Chantilly el escenario de sus innumerables obras maestras y preciosos manuscritos.
Conocido a su vez como el duque de Aumale, se sabe que su pasión no solo eran las bellas artes, también la literatura como lo dejó ver en una carta dirigida a uno de sus amigos: “¡creo que sufro de bibliomanía!”
Para albergar su colección, pidió al arquitecto Honoré Daumet acondicionar un gabinete de libros a finales del siglo XIX. De los 60 mil volúmenes contabilizados, cerca de 19 mil se presentan en este espacio. El documento más antiguo data del siglo XI, con 200 manuscritos medievales. Ahora sigamos el tour por otras bibliotecas.
http://www.chateaudechantilly.com
Herencia de Brasil
Río de Janeiro posee una de las bibliotecas más hermosas del globo y es conocida como Real Gabinete Portugués de Lectura (1837). Su estructura estuvo a cargo del arquitecto Rafael da Silva e Castro y del artista Germano José Salle, para otorgarle un estilo neomanuelino, una mezcla de arte gótico con arteluso-morisco o mudéjar.
Es aquí donde se resguardan poco más de 350 mil tomos de los XVI y XVII, que la dota de un valor inmensurable al contener autores portugueses fuera del país europeo. Imagínate poder hojear alguno de esos ejemplares y manuscritos, bueno, pues sí se permiten, siempre y cuando se consiga alguna autorización especial.
Al igual que otras bibliotecas universales, también posee obras raras entre las que podemos encontrar la edición «Prínceps» de «OsLusíadas», de 1572; «La información real sobre las tierrasde Preste Joam, según el camino y escrito por el Padre Francisco Alvarez», de 1540.
Además concentra varias esculturas de mármol, bustos, maquetas, pinturas, páginas de pergamino con las firmas de grandes personalidades, así como trabajos de joyería portuguesa, que son parte de su colección. Sin duda una de las bibliotecas a visitar por excelencia.
https://www.realgabinete.com.br/
El tiempo inmortalizado
De Sudamérica viajamos hasta Praga, para conocer una de sus bibliotecas más idílicas de esta tierra, la cual se halla al interior de Strahov, monasterio premostratense fundado en 1143. Contiene un acervo de 200 mil libros integrados por códices latinos y grabados antiguos que fueron impresos entre 1501 y 1800.
De acuerdo con la página de Strahov, la biblioteca existió casi al mismo tiempo que entró en labores este lugar, es decir, también es antiquísima. Su primer área estuvo a cargo del restaurador del monasterio, el abad Lohel (1586-1612), sin embargo, en la actualidad está prácticamente olvidada. Otro espacio se conoce como la Sala Filosófica, construida de 1792 a 1794.
Pero es su Salón Teológico el que tienes que admirar sin prisas, se dice que fue construido por el arquitecto de origen italiano, Giovanni Domennico Orsi, inspirado por la corriente del barroco. Para su decoración, el pintorSiard Nosecky realizó unos frescos basados en momentos bíblicos. Descúbrela a través de un recorrido virtual en la página del lugar, vas a constatar que es una las bibliotecas más extraordinarias. http://www.strahovskyklaster.cz