Alfama es el barrio más antiguo y tradicional de Lisboa, Portugal, donde aún se mantiene en pie entre callejones y calles empedradas, las cuales se caracterizan por pendientes empinadas, así que la condición física es básica para deambular entre sus entrañas.
A su vez, Alfama hay que recorrerla con calma, paso a paso para degustar cada detalle de su arquitectura, de paredes embestidas por grafitis que la dotan de color, visitar pequeños restaurantes, cafés y bares culpables de su atmósfera bohemia y romántica.
Pero Alfama también se escucha desde el Fado de sus guitarras y voces femeninas que nos inundan de nostalgia, misma que se acompaña de vino y al unísono de los cantos que surgen de su gente.
Museo del Fado
Abrió sus puertas en 1998, con una colección aproximada de 14 mil piezas integradas por fotografías, instrumentos, discos, partituras, entre otros artículos que explican la historia de este género musical tan tradicional de Alfama. Asimismo tiene una escuela, centro de documentación, auditorio, tienda y restaurante con espectáculo en vivo.
Paseo en tranvía
Si no te subes a uno, es como si no hubieras conocido Alfama, esde este recorrido se puede admirar la parte más medieval de la ciudad. Un vehículo calificado por José Saramago como un “animal mitológico”, que nos lleva por un viaje al pasado entre estrechas callejuelas que dejan al descubierto los años de sus balcones y fachadas.
Castillo de San Jorge
Es una de las arquitecturas medievales más importantes de Alfama, que data del siglo V, por muchos años su función fue militar. Actualmente abre sus puertas como museo, bar, restaurante. Desde este punto las postales de la ciudad son perfectas porque se encuentra en unas de las cimas más altas de Lisboa.
Clube del Fado
El lugar más tradicional de Alfama para vibrar este género considerado como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Aquí grandes y nuevos exponentes de esta corriente musical se dan cita para deleitar a su público con lo más melancólico de sus guitarras, voces y lírica.
Mirador Santa Luzia
Ofrece otra de las vistas espectaculares de Alfama, desde ahí se puede admirar la cúpula de Santa Engracia, la Iglesia de San Esteban y las dos torres blancas de San Miguel, uno de los rincones de Lisboa especialmente para enamorados. Alberga una cafetería en la parte inferior del lugar.
Feira da Ladra
En Alfama se vive la tradición de chacharear entre su tianguis de pulgas, donde el folclor de sus habitantes se vibra todos los martes y sábados cerca de la Iglesia de San Vicente de Fora. También es conocido como el mercado de la ladrona, donde antiguamente se vendían cosas robadas.