Muchas personas se han planteado la posibilidad de emprender una nueva vida en otro lugar para dejar atrás la monotonía y experimentar un radical cambio de aires. Sin embargo, no es nada fácil desprenderse de todo e iniciar una nueva vida en un lugar al suyo, con otras costumbres, otras personas y otro estilo de vida. Pero estos pueblos del Mediterráneo podrían servir de aliento para emprender ese sueño.
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La Herradura
Es un pueblito situado a un lado del mar y separado por la provincia de Málaga, cuyo entorno se encuentra protegido por el Parque Natural Marino de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo.
Este pequeño pueblo mediterráneo cuenta con poco más de 3 mil habitantes y depende del municipio de Almuñécar. Uno de sus principales atractivos está la Playa de La Herradura, un verdadero paraíso mediterráneo con forma de herradura que se extiende a lo largo de 2 kilómetros.
La Herradura es un pequeño poblado de calles empedradas y un pintoresco centro histórico, así como flora y fauna infinitas.
Es importante destacar que durante el siglo XVI, cuando las naves de la Armada Invencible, que se dirigían hacia Nápoles y pasaban por la zona, fueron sorprendidas por un fuerte temporal que arrastró que derivó en la muerte de 5 mil personas.
Cabo de Palos
Es un pueblo costero donde las embarcaciones colorean el paisaje con el mecer de las olas. Su clima tropical y sus aguas cristalinas hacen de este poblado de Cartagena un paraíso perfecto para un nuevo comienzo.
Su belleza no solo se encuentra en la superficie sino también en el fondo del mar, ya que es la meca del mundo submarino, ya que en el fondo del mar esconde tesoros históricos del mediterráneo.
Jávea
Es cala del Portixol es de los lugares más visitados e instagrameados durante el verano ya que sus casas en color blanco y sus portones azules dan un colorido espectacular en esta temporada del año.
Jávea es uno de los sitios más bonitos de la Costa Blanca, cuenta con hermosas playas, abruptos acantilados, así como una enorme cantidad de actividades recreativas. Su población es de aproximadamente 32 mil habitantes y posee una riqueza natural impresionante.
Jávea se divide por tres zonas que son, El puerto, El Arenal y el Casco Antiguo. Es un pueblo mediterráneo pintoresco con una extensa oferta cultural y famoso por sus fiestas tradicionales.
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Begur
Entre acantilados, olivos y pinos se encuentra Begur, poblado de Girona. Es uno de los sitios más hermosos de la Costa Brava gracias a su encanto costero y su casco antiguo, una joya arquitectónica medieval.
Begur es un pueblo que se encuentra situado en pleno corazón de l’Empordà, sobre el conjunto de cerros del Macizo de Begur, donde descansan los restos del Castell de Begur.
La belleza de sus playas, sus atardeceres y su impresionante arquitectura hacen de Begur un destino ideal para un cambio de aires.
Calella de Palafrugell
También forma parte de la Costa Brava y es un pueblo de pescadores, rodeado de calas y bosque. Calella de Palafrugell es simétrica, perfecta, hermosa y seductora para quienes la visitan.
Uno de sus principales atractivos es su vista al mar a través de sus arcos de un blanco impoluto, con una cerveza en mano. Sus casas, su gastronomía y su paisaje semirocoso hacen de este pueblo uno de los lugares perfectos para encontrar la felicidad.
Las Negras
Es un pueblo de pescadores que ha sido habitado mayormente por alemanes, quienes eligieron este poblado como su residencia gracias a su tranquilidad y belleza natural.
En Las Negras habitan 350 personas y está situado en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Su nombre proviene del cerro que se encuentra a la izquierda del pueblo, El cerro negro, una enorme masa de material volcánico de color oscuro que se ha esparcido sobre el mar y las playas.
Maro
Es una localidad que pertenece a la provincia de Málaga, España, situada al límite de Granada. Maro debe su nombre a una planta y cuenta con una población de aproximadamente 800 personas.
Se sitúa a orillas del Mar Mediterráneo, en el extremo oriental de la Costa del Sol a los pies de la Sierra Almijara, entre campos de cultivo. Detrás de Nerja se eleva la aldea blanca que contrasta con el verde de las junglas de aguacates, senderos de higueras y chirimoyos.
Posee un clima tropical, un ambiente tradicional e imponentes playas, que la convierten en un imán de turistas.