Cerca de mil almas son honradas en El Muro de los Muertos, obra finalizada en 2016 por el maestro Efrén González, misma que forma parte de las grandes maravillas que engrandecen el esplendor de Ajijic, el Pueblo Mágico de Jalisco.
El artista se inspiró en el tzompantli, un muro ritual de la época prehispánica, que, a diferencia de esta pieza, los cráneos de su composición realmente son humanos, mientras que su trabajo se detalla de esculturas realizadas en barro rojo.
Aunque las calaveras que forman parte de El Muro de los Muertos, están dedicadas a aquellos que alguna vez convivieron entre los vivos, como habitantes de este Pueblo Mágico, algunos de origen español, así como ingleses y provenientes de Estados Unidos.
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El Muro de los Muertos se ilumina el 1 y 2 de noviembre
Pero también, El Muro de los Muertos se levanta en homenaje a los pueblos originarios, así que en la pared intervenida por esta obra, aparecen los nombres de hombres y mujeres que enriquecieron a este destino con su cultura.
De acuerdo con el artista, su trabajo requirió un solo molde, donde cada cráneo cuenta con una adaptación, para colocar una veladora durante la celebración del Día de Muertos, el 1 y 2 de noviembre de cada año.
El edificio que alberga El Muro de los Muertos, se encuentra entre las calles Marcos Castellanos y Parroquia; obra que es rematada en la parte superior por una escultura y se hace acompañar de las palabras de su creador.
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