La Danza del Torito es una representación cultural y artística típica del estado de Guanajuato. Desde hace más de 400 años le ha brindado alegría a las calles de León, Silao, Romita y San Francisco del Rincón.
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Se cree que la Danza del Torito nació en la Hacienda de Chichimequillas, ubicada en el municipio de Silao; este arte es una representación del escape de un toro de su corral y el hacendado debe perseguirlo.
La Danza del Torito se realiza en las fiestas patronales o alguna celebración importante, llenando de algarabía las calles de los pueblos guanajuatenses.
Personajes de la Danza del Torito
La Danza del Torito inicia al ritmo de la flauta y el tambor, y después hacen su aparición los personajes de este peculiar baile:
- El Toro: el personaje principal y quien desata todo el caos.
- El Charro: va montado en un pequeño caballo e intenta domar al toro.
- El Caporal o Mulita: hombre rudo, segundo al mando, que intenta domar el toro de una manera más fuerte que su amo.
- La Maringuía: esposa del charro y amante del hacendado, la presentan con un mandil rojo con el que intenta torear. En la actualidad, se representa con maquillaje dramático, vestido ceñido y tacones.
- La Borracha: representa a la trabajadora doméstica de la casa; por su embriaguez, no puede ayudar a atrapar al toro. En ocaciones le intenta dar de beber al toro.
- El Jorobado: mozo de la hacienda y esposo de la borracha, intenta distraer al toro con silbidos y brincos.
- El Viejo: un hombre mayor bastante religioso que cree que puede domar al toro a punta de oraciones y rezos, lleva consigo un rosario y un bastón.
- El Apache: un personaje de origen indígena que representa nuestras raíces prehispánicas.
- El Diablo: la encarnación del mal, lleva un látigo con el que azota al toro para enfurecerlo más y complicar su captura.
- La Muerte: la única que puede vencer al toro, todos los demás bailan frente a ella.
Esta danza tiene un significado cultural y religioso muy importante, pues representa el sincretismo de las culturas originarias con la religión católica, el triunfo del bien sobre el mal y la representación de los «pecados» y «vicios terrenales».