En un emocionante giro de eventos, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) ha anunciado un paso audaz hacia la transformación del icónico Malecón Tajamar en Cancún. Con una inversión inicial de 12.3 millones de pesos, se está allanando el camino para lo que promete ser un proyecto de rejuvenecimiento monumental que está programado para comenzar en 2024, abarcando un período de aproximadamente un año.
Esta revelación surge como un atractivo viento fresco para los amantes de la belleza costera de Cancún, ya que el objetivo principal de este paso de preinversión es establecer las bases sólidas para una renovación completa y el mantenimiento continuo de este emblemático rincón de la ciudad. La apuesta de Fonatur es clara: a través de estudios de preinversión sólidos, se espera guiar la rehabilitación y el cuidado sostenible de este espacio de gran significado.
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La misión detrás de esta ambiciosa iniciativa es la transformación del área en un destino turístico recreativo de clase mundial. Para lograr esta meta, se han emprendido estudios exhaustivos para identificar las condiciones necesarias para el cambio, así como los requisitos esenciales que garanticen un resultado exitoso.
En el corazón del proyecto reside el deseo de fomentar actividades al aire libre que se entrelacen perfectamente con la vida social y enriquezcan la identidad de la comunidad local. La apuesta es alta: se espera que esta metamorfosis no solo revitalice la zona, sino que también inyecte vitalidad en la industria turística de la región.
Una razón fundamental detrás de esta inversión audaz es la poderosa capacidad de la recreación para contrarrestar las conductas antisociales y autodestructivas. Fonatur reconoce el potencial que yace en la creación de espacios donde las personas puedan participar en actividades saludables y edificantes.
Además de los beneficios sociales, el proyecto también destaca su compromiso ambiental. Se espera que las instalaciones propuestas respeten y protejan el entorno natural circundante, lo que demuestra un enfoque holístico para el desarrollo.
Ciertamente, esta inversión no solo está destinada a elevar el atractivo visual de la zona, sino también a impulsar la economía local. La construcción, el mantenimiento y la operación de las instalaciones proyectadas se prevén como generadores clave de empleo y actividad económica. Esta sinergia económica, a su vez, tiene el potencial de expandirse y mejorar los sistemas de transporte disponibles en la región.
No se puede obviar el trasfondo histórico de este proyecto. El Malecón Tajamar atravesó un período tumultuoso entre 2018 y 2020, cuando se vio envuelto en disputas legales con grupos ambientalistas preocupados por el impacto de las obras en curso. No obstante, el 2020 trajo consigo un cambio de rumbo. A través de un amparo emitido por el juzgado segundo de distrito del estado de Quintana Roo, se dictaminó la reapertura y administración del lugar, poniendo fin a años de incertidumbre.
Mientras se anticipa el emocionante renacimiento del Malecón Tajamar, la inversión de Fonatur marca un hito crucial en el viaje hacia un futuro turístico deslumbrante para Cancún. Con la promesa de nuevas oportunidades, una identidad comunitaria reforzada y un entorno embellecido, los ojos se dirigen con expectación hacia el año 2024, cuando las obras comiencen y un nuevo capítulo en la historia de este icónico malecón tome forma.
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