Tepotzotlán, un pueblo mágico ubicado en el Estado de México, conocido por su arquitectura colonial y su ambiente pintoresco, guarda entre sus calles una de las leyendas más populares de la región: la del Charro Negro.
Cuenta la leyenda que hace muchos años, un hombre rico y apuesto llamado Don Juan Manuel vivía en Tepotzotlán.
Era conocido por su vida disoluta, llena de fiestas y romances fugaces. Un día, Don Juan Manuel se enamoró perdidamente de una joven indígena llamada María. Ella era humilde y devota, y al principio se resistió a sus encantos. Sin embargo, él finalmente la conquistó con sus palabras y promesas de amor eterno.
Un día, Don Juan Manuel le pidió a María que se fugara con él para casarse en secreto. Ella aceptó, y juntos emprendieron un viaje a caballo hacia una lejana ciudad.
Sin embargo, en el camino, Don Juan Manuel fue emboscado por un grupo de bandidos que lo asaltaron y lo asesinaron. María, desconsolada y sola, regresó a Tepotzotlán con el corazón roto.
Al pasar los días, María se llenó de tristeza y remordimiento por haber desobedecido a sus padres y haber seguido a Don Juan Manuel. Una noche, mientras caminaba por las calles de Tepotzotlán, se encontró con un hombre vestido de charro negro. Éste era alto y apuesto, con una mirada penetrante y una voz profunda.
El charro le dijo a María que era Don Juan Manuel, que había regresado del más allá para cumplir su promesa de casarse con ella. María, confundida y aterrorizada, no sabía qué hacer.
El charro le insistió en que lo acompañara, y ella, llena de miedo y sin otra opción, lo siguió.
Al llegar al cementerio, el charro le dijo a María que se preparara para la boda. Ella, llena de terror, se dio cuenta de que el charro no era Don Juan Manuel, sino el diablo que había venido a reclamar su alma.
En ese momento, dicen que María se encomendó a la Virgen María y, con un último acto de fe, logró escapar del diablo y regresar a su casa.
Desde esa noche, en esas calles del hermoso Tepotzotlán, se comenta que María se dedicó a una vida de oración y penitencia.
Nunca más volvió a ver al Charro Negro, pero la leyenda de su encuentro se transmitió de generación en generación, convirtiéndose en una de las historias más populares de Tepotzotlán.
En la actualidad
La leyenda del Charro Negro sigue viva en Tepotzotlán. Muchos lugareños afirman haber visto al charro vagando por las calles por la noche, buscando a su amada María.
La leyenda también se ha convertido en un tema popular para la literatura, la música y el cine. Sin duda, es una parte importante de la cultura e identidad de Tepotzotlán.