Las aguas del Lago de Pátzcuaro, en Michoacán, México, revelaron un tesoro invaluable: vestigios arqueológicos de época prehispánica en las orillas de la Isla de Janitzio.
Este hallazgo fortuito, ocurrido durante las labores de limpieza y rescate del lago, ha despertado gran expectación entre la comunidad científica y cultural del país.
Los trabajos de desazolve y limpieza del Lago de Pátzcuaro, impulsados por autoridades estatales y federales, tenían como objetivo principal recuperar la salud ambiental de este importante cuerpo de agua.
Sin embargo, durante estas labores, una embarcación tradicional conocida como «tepari» emergió de las profundidades, revelando en su interior una carga inesperada: vestigios arqueológicos de gran valor histórico.
Una canoa con historia
La tepari, una embarcación de madera de aproximadamente 14.80 metros de largo, se encontraba en un estado de conservación sorprendente, considerando el tiempo que había permanecido sumergida.
En su interior, se encontraron diversos objetos prehispánicos, como cerámica, herramientas de piedra y, lo que ha generado mayor asombro, una colección de huesos humanos trabajados, algunos de ellos con ranuras y otros tallados con gran precisión.
El hallazgo de la tepari y los vestigios que transportaba ha dado lugar a la creación de un proyecto de investigación conjunto entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la comunidad indígena local.
Ese proyecto busca comprender el contexto histórico y cultural del sitio arqueológico, así como la importancia de la Isla de Janitzio para las poblaciones prehispánicas de la región.
Un llamado a la conservación
El caso de Janitzio nos recuerda la importancia de la conservación del patrimonio arqueológico y la necesidad de realizar investigaciones adecuadas en sitios que puedan albergar este tipo de tesoros históricos.
La colaboración entre las autoridades, la comunidad local y los especialistas es fundamental para proteger y valorar estos vestigios del pasado.