La migración hacia destinos turísticos de nuestro país se ha convertido en una tendencia destacada tras la pandemia de Covid-19, impactando notablemente la demanda de vivienda y, en consecuencia, los precios de las mismas.
De acuerdo con datos de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), al cierre del primer semestre de 2024, los estados que registraron los mayores incrementos anuales en el precio de la vivienda adquirida mediante crédito hipotecario fueron Baja California Sur (14.7%), Quintana Roo (12.7%) y Baja California (12.6%).
En particular, las ciudades de La Paz y Los Cabos, ambas en Baja California Sur, experimentaron las mayores apreciaciones, con aumentos del 14.9% y 14.5% anual, respectivamente, superando significativamente el promedio nacional del 9.5%.
Según un estudio de Propiedades.com, que publicó El Economista, en La Paz el precio promedio de los departamentos es de 1.1 millones de pesos, mientras que en Puerto Vallarta, otro destino turístico de renombre, el precio promedio de venta se sitúa en 2.7 millones de pesos.
Juan David Vargas, director general de Propiedades.com, explicó que el incremento en la demanda de propiedades en zonas costeras se debe a una combinación de factores, incluyendo la creciente tendencia al trabajo remoto, que permite a más personas residir fuera de las grandes urbes, y la atracción por un estilo de vida más relajado y cercano a la naturaleza.
«El principal atractivo natural son las playas. Vemos cómo el trabajo remoto influye en que las personas se estén mudando a estas ciudades, lo que ha generado una mayor demanda de espacios para vivir», comentó Vargas.
Cada una de estas ciudades presenta características particulares que refuerzan esta tendencia. Por ejemplo, en La Paz, más del 60% de los habitantes afirma sentirse seguro, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Jubilados, nómadas digitales y turistas médicos…
Un análisis de la consultora AI360 destaca que las ciudades con un mayor incremento en el valor del mercado inmobiliario son aquellas con actividades industriales o turísticas, atrayendo a jubilados, nómadas digitales y turistas médicos.
Tulum, por ejemplo, ha visto un aumento en su valor siete veces superior en los últimos cinco años, mientras que otras ciudades como Ensenada, Mexicali, Los Cabos, Mérida, Puerto Vallarta y Tijuana también han registrado incrementos notables.
El estudio de AI360 subraya que estos destinos se han vuelto más atractivos a raíz de la pandemia. Aunque muchas de estas ciudades ya experimentaban un crecimiento superior al resto del país desde hace varios años, este proceso se aceleró significativamente desde el Covid-19.
«Resulta paradójico que sean los extranjeros quienes estén liderando el crecimiento en los mercados más dinámicos de México.
«Esto ha abierto nuevas oportunidades, pero también ha generado retos importantes, especialmente en ciudades donde es cada vez más difícil encontrar terrenos con precios que permitan el desarrollo de vivienda social o accesible para la población de ingresos medios», concluye el análisis.
