El acceso a la mina de Naica, en Chihuahua, está en verdad limitado. Pocos pueden acceder a este espectáculo geométrico, pues su atmósfera —a 300 metros debajo de la superficie— es muy poco apta para el común de las personas.
Descubierta en el año 2000 de manera fortuita, la Cueva de los Cristales en la mina de Naica parece una ilustración de las novelas gráficas de ciencia ficción escritas en las décadas de 1940 o 1950.
Los cristales gigantescos de selenita son, hasta ahora, los más grandes en su tipo en todo el mundo. No hay otros cristales que se le asemejen a los de Naica en magnificencia. Llegan a medir hasta casi 20 metros de largo y pesar hasta 55 toneladas cada uno. Es un universo aparte.
La Mina de Naica o Cueva de Cristales es una caverna llena de gigantescos cristales de Selenita (yeso cristalizado). 😍🤩 Los cristales son más grandes que cualquier otro jamás visto en la Tierra. 😱🌎
— Webcams de México (@webcamsdemexico) June 27, 2019
📸chalisaviravan
Vía: @VisitaChihuahua.pic.twitter.com/9aAEi8PvnT
Condiciones especiales
Para llegar a la Cueva de los Cristales, en el municipio de Saucillo, que es la puerta de entrada a este prodigio de la espeleología, hay que soportar una temperatura deal menos 45º y una humedad de entre 80 y 100%.
Por eso, los especialistas que se adentran en estos cristales filosos que crecieron en todas direcciones, sólo tienen una media hora como mucho para estar en el interior de esta increíble cavidad.
Para que te des una mejor idea de las condiciones de este ambiente “extraterrestre”, te diremos que si alguien bajara sin los trajes especiales ni mascarillas, en menos de 10 minutos moriría. Así que lo primero a considerar con la mina de Naica es el respeto.
La historia de la mina de Naica
Haber permanecido durante a miles de años ajenos a la superficie permitió a estos cristales de selenita —una variedad mineral del yeso— crecer como lo hicieron.
La mina de Naica fue descubierta en 1974, cuando tres hombres hallaron una veta al pie de una pequeña serranía al sur de la actual capital de Chihuahua.
Tiempos después, en 2000, los espeleólogos Eloy y Javier Delgado hallaron una cámara o especie de geoda luego de taladrar la roca a casi 300 metros de profundidad. El espectáculo ante sus ojos fue mayor: una serie de cristales que no se esperaban.
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En un espacio de unos 70 a 80 metros, la Cueva de los Cristales en la mina de Naica es uno de los descubrimientos más asombrosos de cristales colosales en todo el mundo.
Quizá por eso la naturaleza decidió hacerlos casi inaccesibles: para resguardar esa belleza que no ha sido prácticamente contaminada por el ser humano.
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